Parece que Milei está empezando a entender que no necesita insultar a todo el mundo para que la mayor parte de la sociedad le termine dando la razón y le reconozca sus méritos. Ayer, en un discurso que apenas duró 13 minutos, luego de haber ganado otra importante batalla, con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, y horas después de haber alcanzado el 3,5% de inflación, el índice mensual más bajo desde noviembre de 2021, puso de nuevo el dedo en la llaga. Porque el presidente piensa que las universidades, así como están administradas, solo sirven a los hijos de los argentinos más ricos y a los cuatro o cinco vivos que las usan para financiar sus negocios políticos y personales. Pero otros sostienen que Milei las desprecia porque es un elitista. O solo por el hecho de que siguen siendo una herramienta que garantizaría la movilidad social para todos.
El presidente le agradeció a Fijap su compromiso, pero al mismo tiempo le pidió que se cuidara. Con el repartidor de Pedidos Ya fue un poco más allá: le regaló una moto, que estaría recibiendo en las próximas horas. Fuentes muy cercanas al presidente aseguraron que Milei la pagó de su bolsillo. El chico trabaja, estudia, y se está haciendo una casa, ladrillo por ladrillo. Es todo lo que está bien.
Milei recibio a Fran Fijap y al delivery que lo ayudo.mp4
En La Libertad Avanza hay quienes sostienen que la espiral de violencia que tiene a sus seguidores como víctimas los puede ayudar a recuperar los puntos de imagen positiva que perdió el presidente como producto de los insultos indiscriminados, sumados a las consecuencias de la recesión. De hecho, aconsejan no dar ni un paso atrás, como sostuvo Karina Milei, en el último acto político, el viernes, en La Plata.
Pero hay otra corriente de opinión, dentro del oficialismo, que recomienda no tirar demasiado de la cuerda. Porque, dicen, al final del día, la violencia solo beneficiaría a quienes pretenden enrarecer el clima político, justo cuando la economía, como sostiene el ministro de Economía Luis Caputo, estaría empezando a pegar la vuelta. Son los que suponen que la violencia sería funcional a impresentables como Guillermo Moreno, quien tiene una idea fija: el juicio político, seguido de una asamblea legislativa.
Son quienes sostienen que así se le da de comer a gente como Juan Grabois, quien, privado de la enorme caja del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) y los planes sociales, reacciona cada vez con más iracundia cuando le gritan por la calle “ladrón”.
También hay dos corrientes de opinión con respecto al vínculo con Mauricio Macri. Una parte del gobierno se tomó muy en serio la advertencia del ex presidente: “Esta es la última vez que los ayudo”. Parece que ahora sí, tanto Milei como Santiago Caputo, estarían dispuestos a mostrar, con gestos concretos, su agradecimiento por el apoyo de los 35 diputados de PRO al veto presidencial.
¿Cómo? Inaugurando una mesa política para discutir la estrategia parlamentaria, en la que se sentarán no solo Caputo, sino también Cristian Ritondo, como único vocero autorizado del ex presidente. E integrando a ex funcionarios del gobierno de Macri en posiciones relevantes de ministerios y secretarías clave. Dos ejemplos concretos: la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, le pedirá a Macri personas de su confianza para ocupar cargos relevantes en la Secretaría de Trabajo. El ex secretario Jorge Triaca sería el encargado de nominarlos; también el ex secretario de Energía del gobierno de Macri Emilio Apud propondrá a Santiago Caputo cargos técnicos de relevancia para hacer más ágil y eficiente el trabajo del actual secretario, Eduardo Javier Rodríguez Chirillo.
Pero Macri también pretende que el gobierno ponga manos a la obra para auditar las universidades con las herramientas que ya tiene y que privatice las obras viales, de energía y las de transporte. En especial, la hidrovía, una vía de navegación fluvial de 3.400 kilómetros que constituye el canal más extenso y gravitante para la producción del comercio exterior de la Argentina. Permite la navegación continua entre los puertos de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Macri estuvo a punto de privatizarla. Incluso, su gobierno llegó a confeccionar el pliego. Ahora no entiende porqué Milei no llama a licitación.
Tampoco entiende porqué Milei no aceptó, desde el principio, sumar al gabinete a gente como el ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich o el ex ministro de Energía Javier Iguacel. El presidente tiene una respuesta para eso. La suele dar en privado: “El Estado no va a hacer más obra pública. ¿Para que querrían estos ex funcionarios una secretaría o un ministerio que en el fondo sería una cáscara vacía?”.
Además de la defensa de su dogma de déficit cero, Milei tiene, ahora, a su favor, los números de la mejor semana de la macro, desde que el gobierno asumió: el miércoles se conoció la inflación más baja desde noviembre de 2001; el riesgo país se contrajo a su valor más bajo en cuatro años: 1.109 puntos básicos; los dólares financieros se consolidaron por debajo de los 1.200 pesos; y desde que se inició el banqueo, ingresaron al sistema más de 13 mil millones de dólares en efectivo.
Incluso los nuevos datos de pobreza, que se publicarán dentro de un tiempo, podrían registrar una baja considerable, según uno de los expertos más reconocidos, como el econometrista Martín González Rozada. El experto de la Universidad Di Tella calcula que el porcentaje de pobres bajará de casi el 53 al 49,7% por ciento, para el semestre que va desde abril a septiembre de este año.
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¿Las expectativas económicas están empezando a mejorar a partir del dólar quieto? Una encuesta de Opina Argentina, realizada por Facundo Nejamkis, parece evidenciar que sí. El trabajo concluye que están aumentando las expectativas sobre el futuro de la economía en general, está creciendo la confianza en el proceso de desinflación de precios, se están desinflando las expectativas de devaluación del dólar, aunque el temor a perder el empleo sigue siendo el sentimiento principal de la mayoría de los encuestados.
Son muy interesantes, por los demás, las respuestas sobre si el ajuste tiene sentido, y sobre lo que la gente piensa que va a pasar con el dólar en un futuro próximo.
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Pero a lo que hay que prestar mucha atención es a la última respuesta del cuestionario. Porque después de 10 meses, sin mayoría parlamentaria, y una vocación por el conflicto muy por encima de la media normal, solo el 46% culpa a Milei, luego del ajuste más fuerte de la historia reciente, mientras el 53% de los consultados considera a Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa como los principales responsables del desastre.
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Ese dato, más el hecho de que durante este gobierno todavía no haya aparecido un gran caso de corrupción, y la certeza de que, en cambio, las administraciones kirchneristas, en todas sus variantes, se robaron todo, explica este veranito financiero, político y vinculado al humor social.
Cristina Kirchner ahora necesita volver, porque se le viene encima la confirmación de la condena por la causa Vialidad. Y porque no quiere entregar el bastón de mariscal al gobernador Axel Kicillof, quien le viene pidiendo a Máximo Kirchner, en especial, componer una canción nueva, porque, según él, ya no alcanza con los hits de Perón, Evita, Néstor y Cristina. Y Milei se refriega las manos porque a la irrupción de Cristina la considera pura ganancia, ya que representa lo peor del pasado reciente.
Lo otro es pura batalla cultural. Casi cuerpo a cuerpo. Una batalla en la que la imagen y el nombre de Néstor Kirchner empiezan a ser reemplazados por los próceres de siempre. Próceres a los que durante mucho tiempo se los ignoró, o se los ninguneó, detrás de una extrapolación histórica por lo menos, caprichosa, como Domingo Faustino Sarmiento.
