Las familias ideológicas de las que habla Julio María Sanguinetti. El bipartidismo que le dicen otros. La izquierda y la derecha. O la centro izquierda y la centro derecha. Un poco para acá, un poco para allá. Desde hace varias elecciones Uruguay se mueve levemente hacia un lado o levemente hacia el otro y un puñado de miles de votos definen los resultados.
Eso pasó este domingo 24 de noviembre cuando los 125 mil votos que logró sumar el Frente Amplio respecto a octubre –y los poco más de 60 mil que perdió la coalición– le permitieron a Yamandú Orsi convertirse en presidente electo y liderar la vuelta de la coalición de izquierda al poder.
En las últimas tres elecciones nacionales (noviembre 2019, referéndum LUC 2022 y octubre 2024) la coalición de gobierno liderada por el Partido Nacional había ganado. Ahora, el Frente Amplio revirtió ese escenario mejorando su votación particularmente en el interior del país.
Si uno mira el mapa de las cuatro elecciones solo hay tres departamentos que cambian entre este balotaje y las tres instancias anteriores: San José, Salto y Paysandú. La victoria que el FA logró en esos tres lugares –sumados a los históricos feudos frenteamplistas Montevideo y Canelones– le permitieron consolidar el triunfo para volver al poder.
En noviembre de 2019 el Frente Amplio había logrado el 47,36% de las adhesiones. Tres años después, en el referéndum de la LUC, recibió el 46,91% de los votos y hace poco menos de un mes fue el 43,86%. Ahora logró aumentar hasta llegar al 49,84% y de esa forma obtener la victoria.
Si se compara con su propio desempeño en octubre, el Frente Amplio mejoró su votación en todos los departamentos del país. Flores, Cerro Largo y Rivera fue donde más aumentó su caudal de votos.
La coalición, por su parte, perdió votos en todos los departamentos salvo en Montevideo y Canelones donde prácticamente se mantuvo igual. Artigas, Cerro Largo, Paysandú y Rivera fue donde Álvaro Delgado tuvo la peor retención de votos respecto a octubre.
Estos números –con los datos del escrutinio primario de la Corte Electoral– indican que el crecimiento del Frente Amplio estuvo alineado con lo que habían sido los anteriores balotaje (más de cinco puntos porcentuales) y que la retención de votos de la coalición funcionó un poco mejor que en otras oportunidades pero no fue suficiente para obtener la victoria.
Entre octubre y noviembre la coalición perdió 1,68 puntos porcentuales, menos que en 2019, 2014 y 2009 y apenas por encima de 1999 cuando el Partido Colorado de Jorge Batlle se impuso en segunda vuelta.
