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23 de abril 2025 - 7:27hs

En los últimos años, el mundo atraviesa una transformación profunda hacia la sostenibilidad. En este contexto, Uruguay dio pasos significativos en la viticultura con su Programa de Viticultura Sostenible.

La iniciativa comenzó con los grupos CREA y la cooperativa VICCA a partir de un proyecto FPTA. Fue impulsada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) y busca posicionar al país como un referente mundial en la producción de vino sostenible. Para comprender mejor la visión y el impacto de esta iniciativa, conversamos con Eduardo Félix, asesor técnico de INAVI, y Agustina Clara, ingeniera agrónoma del instituto y referente del programa.

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Según cuenta Clara, la idea de implementar esta propuesta surgió hace varios años, influenciada por la creciente demanda internacional de productos más responsables con el medio ambiente. “Fue en 2019 cuando un grupo inicial de 30 productores, con unas 600 hectáreas, comenzó a trabajar en este plan", explicó.

El proyecto se consolidó en 2020 con la participación de nuevos productores, y en 2021 alrededor de 100 viñedos decidieron dar el paso hacia la certificación. "El proceso de certificación tiene dos etapas: la uva sostenible, que se certifica a nivel del viñedo, y la cadena de custodia, que se certifica en las bodegas", dijo.

Con una fuerte apuesta por la innovación y la inclusión, el programa ya cuenta con 210 viñedos y 28 bodegas certificadas.

20250318 Agustina Clara y Eduardo Félix de INAVI. Brand studio

Sostenibilidad como pilar de la viticultura uruguaya

El objetivo primordial es fomentar una viticultura responsable, que sea respetuosa con el medio ambiente, el bienestar de los trabajadores y la calidad del producto. Además, esta meta también busca ser inclusiva. "El programa está diseñado para todos los productores, sin importar su tamaño. No queremos que el factor económico sea una limitante. Por eso, INAVI apoya en los costos de la certificación y proporciona asesoramiento técnico", aseguró Felix.

Clara, por su parte, resaltó la importancia de la capacitación dentro de la propuesta. "El proceso de certificación no es inmediato. Una vez que el productor decide entrar en el programa, tiene entre dos y tres años para adaptarse a las normativas. Durante ese tiempo, debe cumplir con una serie de requisitos técnicos y tener un asesor técnico que lo guíe", explicó. Esta asistencia se extiende a la correcta gestión de los insumos, la infraestructura necesaria y las condiciones laborales de los empleados en el viñedo.

20250318 Agustina Clara y Eduardo Félix de INAVI. Brand studio
Agustina Clara.

Agustina Clara.

El camino hacia la certificación no es sencillo. Los productores deben cumplir con rigurosas normativas técnicas en diversos aspectos, como el uso racional de insumos agropecuarios y el bienestar laboral. “Deben tener un registro detallado de lo que hacen. Desde los insumos utilizados hasta las fechas de aplicación, todo debe ser auditado. INAVI realiza un seguimiento constante para asegurar que se cumplan con los estándares establecidos”, afirmó Clara.

Clara destacó que el manejo del suelo es uno de los puntos más importantes. "Para ser sostenible, el viñedo debe realizar análisis de suelo antes de cada plantación y debe mantener una cobertura vegetal que evite la erosión y mejore la biodiversidad", mencionó.

El impacto de la sostenibilidad en la calidad del vino

La sostenibilidad no solo se refiere a la protección del medio ambiente y la mejora de las condiciones laborales, sino que también tiene un impacto directo en la calidad del vino.

"El consumidor puede estar tranquilo sabiendo que los operarios están cuidados, que la producción se realiza de forma responsable y que los insumos utilizados son controlados y racionalizados. También incluye la gestión adecuada de los envases, los cuales son reciclados, por ejemplo, para fabricar postes de viñedo", dijo Félix.

20250318 Agustina Clara y Eduardo Félix de INAVI. Brand studio

A medida que el cuidado del medio ambiente se convierte en una tendencia mundial, la certificación ofrece un valor diferencial en mercados internacionales cada vez más exigentes. El asesor técnico comentó que la creciente conciencia del consumidor sobre el impacto ambiental de los productos hace que el sello de sostenibilidad sea altamente valorado.

Tener este sello sostenible no solo es una garantía de que el vino es de calidad, sino también de que se ha producido de manera razonable Tener este sello sostenible no solo es una garantía de que el vino es de calidad, sino también de que se ha producido de manera razonable

20250318 Agustina Clara y Eduardo Félix de INAVI. Brand studio
El sello de LSQA.

El sello de LSQA.

Si bien el programa mostró un avance considerable, existen desafíos que aún persisten. Uno de los más importantes es el cambio climático. Lo cual lleva a una constante evaluación de la norma de producción.

Por último, aunque la sostenibilidad es ahora una prioridad a nivel mundial, en Uruguay aún hay camino por recorrer. Como señala Clara, "somos un país pequeño, y el reto es poder competir en un mercado global donde la sostenibilidad es cada vez más demandada". Sin embargo, también hay una gran oportunidad para el país.

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INAVI sostenibilidad viticultura Uruguay

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