Casi dos décadas después de abrir su peluquería en el centro de la capital, Marcelo Yfran, peluquero oriundo de Paysandú, decidió que quería un cambio en su vida. Cerró su local y comenzó los preparativos para irse a vivir al exterior, específicamente a Estados Unidos.
Pero dos cosas lo retrasaron: lo llamaron para peinar a María Noel Ricceto en la primera edición de Got Talent y llegó el Covid-19.
Estresado y deprimido por la pandemia, Yfran decidió quedarse en Uruguay y comenzó a realizar trabajos en domicilios, sin saber que esa sería la puerta de entrada a una nueva etapa en su profesión, esa que empezó cuando de joven, después de una temporada trabajando en Buenos Aires y de ser empleado en una casa mayorista en su ciudad natal, su padre le recomendó estudiar peluquería.
Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de tener una peluquería móvil.
“Cuando iba a los domicilios de las clientes y les tenía que hacer por ejemplo el color, me daba cuenta de que la mayoría de los baños eran chicos y no prácticos para este tipo de trabajos”, contó a El Observador.
Así empezó a buscar si esta idea de negocio existía en otros países y descubrió que en la pandemia se popularizaron las barberías en camionetas en Miami, y que en California había una persona que tenía un ómnibus escolar y atendía a los veteranos de Vietnam.
“Me di cuenta de que no estaba tan lejos de lo que me estaba imaginando”, detalló el emprendedor, quien decidió además que quería que esta peluquería fuera accesible.
Fue así que Yfran decidió vender su casa y realizar una inversión de US$ 70.000 para comprar una camioneta y transformarla en una peluquería móvil, algo que se hizo realidad en el 2024. El vehículo cuenta con paneles solares, un generador, y todos los insumos que un local de este tipo necesita. Además, la camioneta cuenta con baño, ducha y cama.
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Mirándolo en retrospectiva, el peluquero cree que todo pasa por algo y hoy disfruta de la flexibilidad que le da esta nueva modalidad de trabajo.
¿Cómo funciona esta idea de negocio?
En Oh my cut, el nombre del emprendimiento, Yfran trabaja por agenda en Montevideo y Ciudad de la Costa, con servicios para mujeres, hombres y niños. Para esto se traslada a donde se lo pida su cliente y estaciona frente a su casa o en zonas aledañas, como la rambla, para atenderlos dentro de la camioneta.
“Las clientas son principalmente mujeres y tienen una edad promedio de entre 30 y 50 años. La mayoría son de Pocitos, Punta Carretas, Centro y algo de Carrasco y Prado”, contó.
Además, la camioneta cuenta con la particularidad de ser accesible, ya que está equipada con rampa y silla de ruedas.
Como otra vertical de negocio, el emprendedor uruguayo ofrece el servicio de alquiler de la camioneta, por ejemplo para rodajes o eventos.
