Para ayudar a las familias a escoger juguetes educativos que ayuden a desarrollar y estimular el desarrollo visual de los niños de cara a las fechas navideñas, expertos elaboraron una serie de consejos.
En este sentido, la especialista en Oftalmología Pediátrica y Estrabismo Pilar Merino dijo a Europa Press que se recomienda evitar los juegos con luces intensas o láseres muy brillantes, debido a que pueden dañar la retina si se miran fijamente. A su vez, advirtió sobre objetos puntiagudos o lanzables que pueden impactar en los ojos y aquellos que contienen sustancias tóxicas e irritantes.
Para los recién nacidos, los expertos han sugerido que se introduzcan juguetes que contrasten los colores llamativos y vivos con el blanco y negro, así como las formas geométricas, para estimular su percepción visual y el movimiento de los ojos, un aspecto para el que también son útiles los clásicos gimnasios de bebés con juguetes colgantes.
En tanto, a partir de los seis meses, que es la edad en la que empieza a estabilizarse la visión binocular y cromática y el bebé es capaz de controlar la dirección de su mirada y el movimiento de sus manos, son aconsejables los juguetes con formas geométricas y sonidos. Asimismo, los oftalmólogos han instado a los padres a utilizar libros a partir del primer año de edad, ya que ayudan a estimular la visión.
Para niños mayores de tres años, la recomendación de los especialistas es regalar rompecabezas, ya que sirven de apoyo para el desarrollo de la percepción y la memoria visual. Además, estos permiten a las familias detectar si el menor presenta alguna dificultad de visión o anomalía a la hora de distinguir colores.
A partir de los seis años las precauciones de los oftalmólogos se relacionan con las limitaciones en el uso de pantallas y dispositivos electrónicos, el fomento de la lectura y actividades al aire libre y los cuidados con los objetos que se lanzan, tienen luces demasiado luminosas o son puntiagudos.
Asimismo, los profesionales también han recordado las recomendaciones recientes acerca del uso de pantallas y dispositivos electrónicos, que deben evitarse entre los niños de 0 y 3 años y limitar su uso a ocasiones puntuales en aquellos menores con edades entre 3 y 6 años. En esta línea, han destacado la importancia de que los niños realicen actividades al aire libre, ya que se ha demostrado una menor incidencia de la aparición de miopía.