Los trabajadores están optando cada vez más por alejarse del estrés y están dispuestos a renunciar a grandes sueldos y altos puestos para priorizar su propio bienestar, una nueva tendencia conocida como quiet ambition. Esta se caracteriza por una forma de entender el éxito como el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
En este contexto, un estudio de Ford, realizado en 16 países con la participación de más de 16 mil trabajadores, muestra que el 52% de la fuerza laboral mundial aceptaría un recorte salarial del 20% a cambio de priorizar su calidad de vida.
El informe también revela contrastes entre generaciones, ya que mientras que el 55% de los millennials (personas nacidas entre 1981 y 1996) consideraría aceptar un menor salario a cambio de priorizar su calidad de vida, solo el 43% de la generación X (grupo de personas que nació entre 1965 y 1980) y el 33% de los baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964) tomarían la misma decisión. Por su parte, la generación Z (personas nacidas entre 1997 y 2007), muestra un menor interés en sacrificar su salario, algo que se explicaría porque se encuentran en una etapa más temprana de su vida laboral. A su vez, de acuerdo con el estudio, consignó el medio Xataka, más de tres de cada cuatro encuestados prefiere terminar su jornada a tiempo en lugar de sacrificar su tiempo personal por impresionar a sus jefes.
Pero eso, señala el estudio, no significa que no les importe su trabajo, ya que la mayoría dice sentirse conectada con sus funciones en el trabajo, pero reconoce que un trabajo estresante simplemente no vale la pena. En este escenario, el 60% de los trabajadores creen que la inteligencia artificial contribuirá a un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.