La nueva normativa busca reducir el impacto ambiental de estos desechos y promover su correcta disposición. Pero, ¿qué implica exactamente esta regulación y a quiénes afecta?
¿Qué son los RAEE y por qué es importante su correcta gestión?
Los RAEE son aquellos aparatos eléctricos y electrónicos que, al quedar en desuso, se convierten en residuos. Incluyen desde computadoras y celulares hasta electrodomésticos y equipamiento industrial. Muchos de estos dispositivos contienen materiales peligrosos como mercurio y plomo, que pueden contaminar el ambiente si no son tratados correctamente. Sin embargo, también poseen componentes valiosos que pueden ser reciclados y reinsertados en la economía circular.
¿Qué exige el nuevo decreto?
El decreto establece que todas las empresas que fabriquen, importen o comercialicen aparatos eléctricos y electrónicos deben adherirse o implementar un plan de gestión de RAEE aprobado por el Ministerio de Ambiente. Además, fija metas progresivas de recolección y reciclaje: en un plazo de dos años, las empresas deben garantizar la recolección del 40% de los residuos generados y alcanzar un 85% de valorización en cinco años.
La normativa también obliga a comerciantes e intermediarios a recibir sin costo los RAEE en desuso y a los grandes consumidores, como organismos públicos y empresas, a implementar sistemas de clasificación y entrega de estos residuos a gestores autorizados.
¿Quiénes están obligados a cumplir con la normativa?
Esta regulación afecta a distintos actores:
- Fabricantes e importadores de equipos electrónicos, que deben desarrollar planes de gestión aprobados.
- Comerciantes y distribuidores, quienes deben facilitar la recolección de RAEE.
- Empresas y organismos públicos que generan grandes volúmenes de residuos electrónicos, con la obligación de gestionarlos adecuadamente.
- Consumidores finales, que deben segregar estos residuos y entregarlos en los puntos autorizados.
¿Qué deben hacer las empresas para cumplir con la normativa?
Las empresas alcanzadas por el decreto deben adaptarse a las nuevas reglas rápidamente. Algunas de las principales acciones a implementar incluyen:
- Adherirse a un plan de gestión de RAEE o desarrollar uno propio aprobado por el Ministerio de Ambiente.
- Establecer procedimientos internos para la segregación y recolección de RAEE.
- Trabajar con operadores certificados para garantizar la disposición adecuada y la valorización de los residuos.
Con este nuevo marco regulatorio, Uruguay avanza hacia una gestión más responsable de los residuos tecnológicos, y las empresas deben prepararse para adaptarse a estos cambios.
"Este decreto representa una oportunidad para las empresas, no solo porque ordena la gestión de sus residuos electrónicos, sino porque permite liberar espacio, optimizar recursos y contribuir activamente a la economía circular", señaló Matías Silva, gerente Comercial y de Marketing de Depósito Pedernal, empresa con 50 años de experiencia en el diseño de soluciones innovadoras para la gestión de residuos. "El desarrollo de planes de gestión no solo facilita el cumplimiento normativo, sino que también mejora la trazabilidad de los residuos y fortalece la imagen corporativa de las compañías que se comprometen con la sostenibilidad".
El Ministerio de Ambiente será el encargado de controlar la implementación de esta normativa, y las empresas que no cumplan con sus disposiciones podrán enfrentar sanciones económicas.
Nuevas reglas para la gestión de residuos electrónicos: lo que las empresas deben saber
El pasado 18 de noviembre, el gobierno uruguayo promulgó un nuevo decreto que establece lineamientos obligatorios para la gestión de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
La nueva normativa busca reducir el impacto ambiental de estos desechos y promover su correcta disposición. Pero, ¿qué implica exactamente esta regulación y a quiénes afecta?
¿Qué son los RAEE y por qué es importante su correcta gestión?
Los RAEE son aquellos aparatos eléctricos y electrónicos que, al quedar en desuso, se convierten en residuos. Incluyen desde computadoras y celulares hasta electrodomésticos y equipamiento industrial. Muchos de estos dispositivos contienen materiales peligrosos como mercurio y plomo, que pueden contaminar el ambiente si no son tratados correctamente. Sin embargo, también poseen componentes valiosos que pueden ser reciclados y reinsertados en la economía circular.
¿Qué exige el nuevo decreto?
El decreto establece que todas las empresas que fabriquen, importen o comercialicen aparatos eléctricos y electrónicos deben adherirse o implementar un plan de gestión de RAEE aprobado por el Ministerio de Ambiente. Además, fija metas progresivas de recolección y reciclaje: en un plazo de dos años, las empresas deben garantizar la recolección del 40% de los residuos generados y alcanzar un 85% de valorización en cinco años.
La normativa también obliga a comerciantes e intermediarios a recibir sin costo los RAEE en desuso y a los grandes consumidores, como organismos públicos y empresas, a implementar sistemas de clasificación y entrega de estos residuos a gestores autorizados.
¿Quiénes están obligados a cumplir con la normativa?
Esta regulación afecta a distintos actores:
- Fabricantes e importadores de equipos electrónicos, que deben desarrollar planes de gestión aprobados.
- Comerciantes y distribuidores, quienes deben facilitar la recolección de RAEE.
- Empresas y organismos públicos que generan grandes volúmenes de residuos electrónicos, con la obligación de gestionarlos adecuadamente.
- Consumidores finales, que deben segregar estos residuos y entregarlos en los puntos autorizados.
¿Qué deben hacer las empresas para cumplir con la normativa?
Las empresas alcanzadas por el decreto deben adaptarse a las nuevas reglas rápidamente. Algunas de las principales acciones a implementar incluyen:
- Adherirse a un plan de gestión de RAEE o desarrollar uno propio aprobado por el Ministerio de Ambiente.
- Establecer procedimientos internos para la segregación y recolección de RAEE.
- Trabajar con operadores certificados para garantizar la disposición adecuada y la valorización de los residuos.
Con este nuevo marco regulatorio, Uruguay avanza hacia una gestión más responsable de los residuos tecnológicos, y las empresas deben prepararse para adaptarse a estos cambios.
"Este decreto representa una oportunidad para las empresas, no solo porque ordena la gestión de sus residuos electrónicos, sino porque permite liberar espacio, optimizar recursos y contribuir activamente a la economía circular", señaló Matías Silva, gerente Comercial y de Marketing de Depósito Pedernal, empresa con 50 años de experiencia en el diseño de soluciones innovadoras para la gestión de residuos. "El desarrollo de planes de gestión no solo facilita el cumplimiento normativo, sino que también mejora la trazabilidad de los residuos y fortalece la imagen corporativa de las compañías que se comprometen con la sostenibilidad".
El Ministerio de Ambiente será el encargado de controlar la implementación de esta normativa, y las empresas que no cumplan con sus disposiciones podrán enfrentar sanciones económicas.