En 2018 la cadena de cafeterías anunció una política de puertas abiertas en sus más de 8.000 tiendas en Estados Unidos, que establecía que cualquier persona que entrara en sus espacios, incluidos patios, cafeterías y baños, independientemente de si hacía o no una compra, se consideraba un cliente. Una medida que, según informaron medios locales en su momento, se dio tras polémicas que involucraban a empleados de la empresa con prácticas discriminatorias.
Ahora, siete años después, la compañía ha anunciado que da marcha atrás y revierte esta normativa en el país norteamericano. Según información consignada por Associated Press (AP), el nuevo código de conducta que regirá en todas las tiendas del país establece que para pasar el rato o usar el baño en Starbucks, se deberá comprar algo. La nueva normativa pedirá también a los infractores que se retiren y establece que la tienda puede llamar a las autoridades si es necesario. A su vez, prohíbe la discriminación o el acoso, el consumo de alcohol de terceros, el tabaquismo, el vapeo y el consumo de drogas.
Desde la empresa aseguraron que los empleados recibirán capacitación sobre cómo hacer cumplir esta nueva política.
Jaci Anderson, portavoz de Starbucks, dijo que las nuevas normas están diseñadas para ayudar a priorizar a los clientes que pagan y argumentó que la mayoría de compañías tienen normas similares.
“Al establecer expectativas claras sobre el comportamiento y el uso de nuestros espacios, podemos crear un mejor entorno para todos”, sostuvo.
En 2022, informó AP, Starbucks cerró 16 tiendas en todo el país, incluidas seis en Los Ángeles y seis en su ciudad natal, Seattle, por reiterados problemas de seguridad, incluido el consumo de drogas y otros comportamientos que amenazaban al personal.