El uruguayo Ivo Ferreira, oftalmólogo de formación, está transformando la enseñanza quirúrgica con un innovador sistema basado en simulación virtual y realidad aumentada. Su método permite entrenar a cirujanos oftalmológicos con alta precisión antes de operar pacientes reales, mejorando la seguridad y reduciendo tiempos de aprendizaje.
"Estamos haciendo una revolución absoluta de cómo entrenan los cirujanos a nivel mundial", afirma Ferreira, quien inició su proyecto en Ciudad de México en 2017 y recientemente lo expandió con un nuevo campus en Barcelona. El sistema combina hardware y software de última generación, replicando procedimientos quirúrgicos en un entorno seguro e interactivo.
Inspiración en la aviación: formación con simuladores
La metodología de Ferreira se basa en un concepto tomado de la industria aeronáutica: los pilotos entrenan en simuladores antes de volar aviones reales. "Un piloto tiene que demostrar su destreza cada año en un simulador. ¿Por qué en cirugía no hacemos lo mismo?", plantea.
Siguiendo este modelo, el uruguayo diseñó un entrenamiento progresivo con evaluaciones objetivas. En lugar de aprender únicamente con pacientes reales, los cirujanos practican en simuladores hasta alcanzar competencias certificadas. "Si un piloto tiene que demostrar que sabe aterrizar con viento o fallos mecánicos, un cirujano también debería probar que puede manejar situaciones críticas antes de tocar un paciente", explica.
En una videollamada, el oftalmólogo mostró en tiempo real y en en situ cómo funcionan estas tecnologías y cómo dan feedback a los oftalmólogos que se están formando.
Los simuladores utilizados en los centros de Ferreira son dispositivos de última generación de origen alemán, cuyo costo ronda los 150.000 dólares cada uno, sin contar las licencias de software. "En el mundo deben haber aproximadamente unas 400 máquinas funcionando de forma correcta", indica.
Estos dispositivos incluyen: un ojo mecánico en 3D, que reacciona al instrumental quirúrgico; un microscopio de alta resolución, similar a los utilizados en quirófano; pantallas táctiles y realidad aumentada, que guían al cirujano en cada paso del procedimiento.
"Imaginate cómo redefine esto la enseñanza. Los alumnos operan en un entorno virtual con métricas en tiempo real. El sistema detecta errores, mide precisión y ajusta el aprendizaje según el desempeño del usuario", detalla Ferreira.
Formación más rápida y efectiva
Uno de los mayores impactos del método es la reducción del tiempo de formación. Tradicionalmente, un cirujano oftalmológico necesitaba entre 8 y 10 meses, con al menos 500 procedimientos supervisados, para dominar una cirugía de cataratas.
"Nosotros hemos visto gente que, con este sistema, en dos semanas logra lo que antes tomaba casi un año", afirma. La clave está en el acceso ilimitado a prácticas simuladas: mientras que en un quirófano real un estudiante puede operar solo uno o dos casos por semana, en el simulador puede hacer decenas de procedimientos por día, con correcciones inmediatas.
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Realidad virtual + modelos 3D: el puente hacia el quirófano real
El entrenamiento no termina en la realidad virtual. Una vez que los alumnos completan las simulaciones, pasan a una etapa donde practican con modelos físicos de ojos impresos en 3D. "Esto les permite aplicar las habilidades adquiridas con el instrumental quirúrgico real antes de operar a un paciente", explica Ferreira.
Los modelos 3D recrean tejidos oculares con precisión microscópica, permitiendo simular cortes, extracciones y suturas de manera realista. "Con esta combinación, logramos que los cirujanos lleguen a su primera cirugía real con un nivel de destreza mucho más alto", enfatiza.
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Impacto en la seguridad y el sistema de salud
El uso de simulación en cirugía no solo mejora el aprendizaje, sino que también reduce el riesgo de errores quirúrgicos. En el Reino Unido, donde la simulación es obligatoria, estudios demostraron que las complicaciones postoperatorias disminuyeron en un 30%, lo que además generó un ahorro estimado de 700.000 libras esterlinas anuales en el sistema de salud.
Ferreira respalda esta evidencia y aboga por una adopción global del modelo. "Ningún paciente debería ser operado por alguien sin experiencia en simulación. No permitiríamos que un piloto vuele sin entrenamiento en un simulador, ¿por qué lo permitimos en cirugía?", cuestiona.
La expansión del modelo: de América Latina a Europa
Desde su fundación, el campus de Ciudad de México ha entrenado a más de 300 cirujanos oftalmológicos. En 2020, Ferreira inauguró un segundo centro en Barcelona, que en solo tres semanas ya ha comenzado a recibir profesionales de toda Europa.
"Por primera vez, un americano se viene a formar a Latinoamérica, en lugar de que nosotros viajemos a Estados Unidos", destaca Ferreira. "Esto valida que estamos a la vanguardia de la educación quirúrgica, exportando conocimiento desde nuestra región".
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El futuro: inteligencia artificial aplicada a la cirugía
La innovación no se detiene. Ferreira y su equipo están desarrollando un nuevo software basado en inteligencia artificial (IA), que analizará patrones quirúrgicos y dará retroalimentación en tiempo real.
"El software reconocerá errores comunes, como una presión excesiva en el ojo, y alertará al usuario. Tiene una precisión superior a la del ojo humano", explica. Se espera que esta herramienta, denominada "mentor virtual", esté disponible en los próximos seis meses.
Un impacto global en la oftalmología
La combinación de realidad virtual, simulación y modelos 3D está redefiniendo la educación quirúrgica. El método de Ivo Ferreira acelera la formación de cirujanos, reduce riesgos en pacientes y optimiza recursos en los sistemas de salud.
"Lo que hacemos no es solo por un tema de innovación. Es para que cualquier cirujano, en cualquier parte del mundo, pueda ofrecer la mejor atención posible desde el primer día", concluye.