El magnate tecnológico expresó su preocupación por la dirección que ha tomado la organización que él mismo fundó
Elon Musk criticó a Sam Altman en una reciente entrevista con Tucker Carlson donde manifestó sus preocupaciones sobre el rumbo que ha tomado OpenAI.
Musk, cofundador de la organización, explicó cómo su visión original de OpenAI ha cambiado drásticamente desde que se estableció en 2015. El empresario había concebido la empresa como una organización sin fines de lucro y de código abierto, con el objetivo de asegurar que la inteligencia artificial (IA) avanzara de manera ética y en beneficio de todos.
"Yo fundé OpenAI como una organización sin fines de lucro de código abierto, la nombré así, y ahora es completamente lo contrario," expresó Musk, señalando que la empresa ha pasado de ser una entidad que "priorizaba la transparencia" a una que "maximiza las ganancias" bajo el liderazgo de Altman.
Musk también cuestionó la confiabilidad de Altman y su capacidad para dirigir una tecnología tan poderosa como la IA. Para él, el hecho de que la organización se enfoque en generar ingresos es motivo de preocupación. "No confío en Sam Altman, y no creo que queramos que la IA más poderosa del mundo esté controlada por alguien que no es de confianza," dijo el dueño de Tesla, X, SpaceX, entre otras compañías.
"No entiendo cómo pasas de ser una organización sin fines de lucro de código abierto a una organización con fines de lucro cerrado que maximiza las ganancias," dijo Musk.
OpenAI está atravesando un momento de transformación radical en su estructura organizacional.
La junta directiva non-profit, que hasta ahora controlaba la compañía, dejará de tener el poder absoluto, cediendo mayor influencia a los inversores. Aunque la entidad sin fines de lucro seguirá existiendo, su participación se reducirá significativamente, pasando a un rol minoritario en el nuevo esquema de la empresa.
Esta reestructuración marca también un hito para Sam Altman, CEO y cofundador de OpenAI, quien por primera vez recibirá una participación directa en la compañía, equivalente al 7%.
La semana pasada, OpenAI aseguró una ronda de inversión histórica de 6.600 millones de dólares, una de las mayores inyecciones de capital privado jamás registradas, según Bloomberg.
Esta financiación permitirá a la empresa afianzar su liderazgo en la investigación de inteligencia artificial de frontera, incrementar su capacidad de cómputo y continuar desarrollando herramientas innovadoras que buscan resolver problemas complejos, según comunicó oficialmente la compañía.
Este movimiento financiero llega en un contexto delicado para OpenAI. La empresa ha experimentado cambios significativos en su cúpula directiva, con la salida de varios ejecutivos de alto nivel. Además, el año pasado enfrentó una crisis institucional cuando Sam Altman fue despedido por el consejo de administración, solo para ser restituido poco después, lo que generó tensiones internas y externas sobre el rumbo de la organización.
