Parece que vivimos en un mundo de hipercomunicación, en donde a toda hora y en todo momento podemos hablar con cualquiera. Pero, ¿hablamos de verdad?
"A veces alguien está viviendo rodeado de familia, con amigos, con pareja, pero no encuentra la oportunidad de tener esa conversación significativa", comentó Dinorah Margounato, acompañante de una plataforma de "escucha" de WhatsApp llamada Aquí Estoy.
La herramienta irrumpió durante la pandemia con el objetivo de ayudar a muchas personas que se sentían solas o, al menos, que necesitaban apoyo. Se llama Aquí Estoy.
Se trata de una red de más de 100 acompañantes, supervisados por profesionales, que no son psicólogos ni hacen terapia. Están entrenados en técnicas de "escucha empática" y dialogan solo de manera escrita con los usuarios sobre los problemas que les afectan en el momento presente.
Cómo funciona Aquí Estoy
La plataforma se financia con donaciones de los usuarios y cuenta con alianzas y apoyos de empresas.
Los interesados, que siempre deben ser mayores de 18 años, pueden entrar en el sitio web de Aquí Estoy y solicitar un voluntario para conversar en tiempo real. Todos los países tienen horarios, y en Uruguay es de 15:00 a 23:00 horas.
Cuando escribas, recibirás un mensaje de bienvenida; se te pedirá que aceptes los términos y condiciones del servicio para luego ponerte en contacto con un acompañante. Con él, podrás conversar sobre lo que te pasa y te preocupa. "No hay temas menores, este es un espacio íntimo y anónimo para ti", dice el sitio web, que garantiza absoluto anonimato y confidencialidad.
Las conversaciones duran 50 minutos, pero se puede pedir conversar al día siguiente o en otra oportunidad. Se limita a un diálogo por día para "poder dar apoyo a todas las personas que se contactan."
La designación del acompañante se realiza de forma aleatoria según la disponibilidad de los voluntarios en cada momento, por lo que es muy probable que interactúes con una persona diferente cada vez.
Desde Aquí Estoy no tienen acceso a conversaciones previas que hayas tenido. De todos modos, los chats no son "acerca de los hechos", sino de "cómo te sentís en el momento presente" por la situación que te afecta.
Hay una voluntaria uruguaya que todas las semanas dedica al menos dos horas para ayudar a otros: Dinorah Margounato.
Quién es Dinorah y cómo es ser voluntaria de Aquí Estoy
Esta docente universitaria, con más de dos décadas de experiencia, tenía una idea similar en 2019, pero la abandonó. Cuando conoció Aquí Estoy, le pareció interesante sumarse desde el minuto cero. Y es una de las acompañantes más longevas en el servicio.
"Me pasa que todo el mundo me cuenta su vida. Me subo a un taxi y el taxista me cuenta su vida. Voy a un negocio a comprar algo, la persona que me atiende me empieza a contar su vida. Es algo que me gusta", confesó a El Observador. Muchas personas le dicen a Dinorah que es alguien que transmite "mucha paz" cuando hablan con ella.
"Me dediqué toda mi vida a la investigación de mercado, un área que tiene todo que ver con escuchar más que con hablar, con comprender más que con emitir. Con el tiempo, empecé a combinar estos dos aspectos y me pregunté: si las personas me dicen que soy buena escuchando y que transmito paz, ¿cómo puedo aprovechar esta habilidad para generar un impacto positivo en el mundo? Así fue como decidí probar con Aquí Estoy", contó.
Ser voluntario en la plataforma no requiere ser psicólogo clínico, pero sí atravesar un riguroso proceso de selección. Se evalúan habilidades como la escucha sin juzgar y la paciencia para acompañar sin dar consejos directos. Solo una proporción "relativamente baja" de las personas que se postulan termina siendo aceptado.
En medio del auge de la inteligencia artificial, una de las cosas que les sucede últimamente a los acompañantes es que muchos temen estar chateando con un bot. Sin embargo, los acompañantes aclaran que son humanos quienes están detrás del celular.
Así fueron las experiencias de Dinorah
"Cincuenta minutos pueden ser un montón o pueden ser poco, dependiendo del ritmo", señala. Algunos usuarios escriben lento, mientras que otros aprovechan cada minuto intensamente.
Dinorah, que ha ayudado a "cientos de personas", ha tenido todo tipo de diálogos. La mayoría de quienes piden ser escuchados son jóvenes (entre 18 y 35 años), y los temas tratados van desde problemas amorosos hasta crisis personales graves.
"Hay también cuestiones de estudio, de trabajo, familiares; personas que son víctimas de violencia de todo tipo, bullying, acoso, indicó.
Ha tenido diálogos curiosos con personas muy alejadas de la realidad uruguaya. "Tuve un diálogo con una persona que estaba muy preocupada por una amiga que estaba en la guerra de Ucrania", contó.
Los acompañantes no tienen certeza de si volverán a dialogar con la misma persona en el futuro. De todas formas, hay un feedback al final de la conversación, que en general es siempre positivo.
Dinorah reveló que es "muy liberador" para una persona contar una situación de desesperación. "Es alguien que no te conoce, que es anónimo, que no te va a juzgar", contó.
Este tipo de experiencias tiene un impacto positivo para Dinorah. Ama escuchar y sentir que otros pueden ser ayudados. "Sales con una paz y una sonrisa que no puedes creer", comentó.
Además, instó a voluntarios y uruguayos que necesitan de esta plataforma a sumarse.
"Cuanta más escucha haya en el mundo, mejor para todos", concluyó.
Porque a veces, una simple conversación puede cambiarlo todo.