Botafogo realizó este jueves un particular posteo burlándose de Peñarol luego de que el miércoles se consumara su clasificación a la final de la Copa Libertadores pese a perder con los aurinegros 3-1 en el Estadio Centenario.
Botafogo ganó 5-0 el miércoles de la semana pasada en el partido de ida, en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro, y Peñarol hizo un buen partido ayer pero solo logró descontar dos goles ante un equipo que reservó a cinco titulares.
En la mañana del día después, Botafogo realizó el siguiente posteo en redes: "Noticia familiar", con emojis de una alarma y unos ojos. "¿Ya consiguió el diario de la clasificación para el café, Fogão?".
Fogão es como se conoce a Botafogo en Brasil.
El texto fue acompañado por un recorte de diario con una foto del festejo de uno de los goles del partido de ida y un texto que decía: "Cuando Botafogo marcó el quinto gol, Peñarol resolvió jugar con hinchada única".
20241031 posteo de Botafogo en redes sociales burlándose de Peñarol
Con ese título, Botafogo se burló de toda la situación que se dio con los hinchas de Peñarol en Río de Janeiro donde aún siguen detenidas 21 personas.
Los hinchas de Peñarol fueron concentrados en Recreio dos Bandeirantes, pero en determinado momento la guardia policial se retiró y permitió la llegada de bandas de hinchas brasileños armados con machetes y otras armas, que llegaron para atacar a los uruguayos.
Eso generó enfrentamientos entre ambos bandos.
Un ómnibus que había trasladado a los hinchas uruguayos fue saqueado e incendiado por hinchas brasileños.
Cuando iban a prender fuego un segundo ómnibus, los hinchas de Peñarol lo defendieron generándose otro intercambio de violencia.
La Policía de Río de Janeiro volvió a intervenir. Detuvo a 230 hinchas de Peñarol del que el 65% eran mujeres y niños.
Un video se viralizó con un policía brasileño riéndose con los hinchas locales y afirmándoles que ninguno de ellos iba a ser detenido por quemar el ómnibus, generando risas cómplices de los atacantes de Río.
Hubo hinchas de Peñarol que cometieron delitos, tal como reconoció el dirigente Gonzalo Moratorio, en declaraciones que contrastaron con lo que el presidente Ignacio Ruglio declaró el pasado lunes.
Hay un hincha de Peñarol que enfrenta ocho cargos. Se vandalizó un kiosco de un trabajador brasileño, se incendiaron motos y hubo dos hinchas filmados realizando gestos racistas.
Temiendo represalias contra un grupo pequeño de hinchas de Botafogo que iba a venir a Uruguay (Peñarol llevó 4.000 hinchas, pero de Botafogo llegaron poco más de 500, incluida Micaela Torres y familiares del uruguayo Mateo Ponte), Peñarol solicitó que el partido revancha se jugara sin hinchas locales.
El Ministerio del Interior estuvo de acuerdo con lo solicitado y a través de la Asociación Uruguaya de Fútbol trasladó la petición a Conmebol.
El ente rector del fútbol sudamericano fue tajante en su respuesta: o se jugaba con hinchas de los dos equipos o se jugaba a puertas cerradas o incluso podía llevar el partido fuera de Uruguay.
Peñarol aceptó el lunes una solución intermedia brindada por el Ministerio del Interior: jugar en el Estadio Centenario, pero con gente.
La hinchada de Botafogo fue concentrada en el Parque Rodó bajo una fuerte custodia policial.
El plantel contó con guardia y un fuerte operativo en el hotel donde se alojó.
La zona de los hinchas no fue liberada por la Policía y tanto los hinchas como el plantel llegaron a tiempo al Centenario, y bajo custodia policial.
En el camino al estadio un bus de hinchas fue apedreado en Boulevard Artigas y Avenida Brasil rompiéndose una ventanilla.
Los jugadores de Botafogo llegaron a tiempo al Centenario, a diferencia de lo que le pasó a los jugadores de Peñarol que llegaron tarde al Estadio Nilton Santos y el partido tuvo que comenzar con 15 minutos de atraso para que los uruguayos pudieran hacer un calentamiento a las apuradas.
Dentro del estadio, no se generó ningún otro incidente y la hinchada de Botafogo pudo salir sin problemas del Centenario, siempre bajo custodia policial.
A pesar de todas las irregularidades que hubo en Río de Janeiro y del trato diametralmente opuesto que los brasileños tuvieron en Uruguay, Botafogo utilizó ese hecho para burlarse de Peñarol, cuyos jugadores pidieron por la liberación de sus hinchas al final del partido revancha.
El título escogido también para el posteo de la burla también tiene un componente histórico que se remonta a 1944 cuando Botafogo goleó 5-2 a su clásico rival, Flamengo, por el Campeonato Carioca.
En ese partido, los jugadores de Flamengo se sentaron en la cancha cuando a los 76 minutos Botafogo marcó el quinto gol y permanecieron en esa actitud hasta el final del juego.
Botafogo vs Flamengo, Campeonato Carioca 1944
Botafogo vs Flamengo en 1944