Los clubes brasileños Botafogo y Atlético Mineiro llegaron este miércoles a Buenos Aires, donde el sábado a las 17 horas disputarán la final de la Copa Libertadores de América de 2024. Las delegaciones aterrizaron en una capital argentina que, en los últimos días, se ha convertido en una pasarela de hinchas albinegros llegados principalmente desde Rio de Janeiro y Belo Horizonte.
Ambos equipos tocaron suelo bonaerense, entre la tarde y el anochecer, un día después de haber disputado la antepenúltima jornada de la liga brasileña, en la que obtuvieron resultados opuestos.
El Fogão recuperó la punta del torneo, que ha sostenido durante la mayor parte de la competición, al imponerse 3-1 en su visita al entonces líder, el Palmeiras, en el considerado partido del año en Brasil.
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Alexandre Barboza y el uruguayo Mateo Ponte, quien está suspendido
Tras el triunfo, aventaja por tres puntos a los paulistas, ahora segundos de la tabla, a falta de dos partidos para el final y se acercó a su primer título liguero desde 1995.
Los cariocas viajaron desde Sao Paulo directamente para Buenos Aires con su plantel en pleno, encabezado por los atacantes Luiz Henrique, Igor Jesus, Jefferson Savarino y Thiago Almada. El uruguayo Mateo Ponte viajó también, pero no puede jugar porque está suspendido tras su expulsión frente a Peñarol en semifinales.
"Fue un paso importante para nosotros, pero tenemos que volver a la tierra otra vez, el sábado tenemos un partido tremendo", dijo el técnico botafoguense, el portugués Artur Jorge.
La alegría de la Estrella Solitaria, que jugará su primera final en la Libertadores, contrasta con la decepción y la preocupación del Galo que dirige el argentino Gabriel Milito.
Despedida calurosa
El Mineiro, décimo en la tabla del Brasileirao, sufrió una nueva derrota, esta vez en el tiempo de descuento de su choque en casa contra Juventude (3-2).
Sin chances de pelear por la estrella local desde hace varias fechas, el Galo disputará el sábado su segunda final copera, tras haber ganado la edición de 2013 de la mano de Ronaldinho Gaúcho.
Pero llegará al estadio Monumental, la casa de River Plate, con capacidad para 84.567 espectadores, arrastrando una muy mala racha de diez partidos consecutivos sin ganar (seis derrotas, cuatro empates) en todas las competiciones.
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Luis Henrique, jugador del Botafogo
Foto: AFP
A pesar del momento delicado, decenas de hinchas lo despidieron este miércoles con bengalas y cánticos en el aeropuerto que sirve a Belo Horizonte (sureste).
"Tenemos confianza, pido lo mismo a la hinchada, que crea, que confíe. Vamos a luchar, a jugar, a competir y vamos con el sueño de regresar a Belo Horizonte con la copa", dijo Milito tras la derrota con Juventude.
El DT tiene la duda de si podrá disponer del mediocampista ofensivo Matías Zaracho, lesionado, pero contará con sus joyas ofensivas: Paulinho, Hulk, Gustavo Scarpa y Deyverson.
Aparte de ganar el trofeo de clubes más importante de América, el campeón jugará la Copa Intercontinental en diciembre en Catar y obtendrá el único cupo que falta por otorgar para el renovado Mundial de Clubes que se realizará en Estados Unidos en 2025.
AFP