Peñarol tuvo un miércoles de terror en Río de Janeiro. Los hinchas la pasaron muy mal en las horas previas con varios incidentes contra los brasileños, el equipo se desmoronó en el segundo tiempo contra Botafogo y perdió 5-0 en la semifinal de ida de la Copa Libertadores. Y al final del encuentro, se generaron nuevos incidentes entre parciales uruguayos y la Policía local.
Todo comenzó en la zona de Recreio donde se montó un campamento para los hinchas aurinegros pero la Policía no le brindó seguridad y permitió que llegaran hinchas de Botafogo, Fluminense y Flamengo a atacar a los uruguayos.
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A la hora de jugar, Peñarol zafó el primer tiempo defendiendo muy bien en los primeros 40', pero a partir del tramo final de ese período, la figura de Luiz Henrique inclinó la balanza en favor de Botafogo que en el complemento fue arrollador ganando 5-0 para prácticamente dejar liquidada la serie.
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Apenas terminó el partido, hubo hinchas de Peñarol que pretendieron salir rápidamente.
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Eso generó la reacción de la Policía porque el operativo preveía primero la evacuación de la hinchada local.
Era la hora 23.47 cuando rápidamente se generaron palazos en la tribuna con la presencia de la Policía. También se escucharon detonaciones de balas de goma.
Los hinchas locales, mientras, festejaban el accionar de la Policía local sobre los hinchas uruguayos.
En un video que fue grabado en el estadio, se ve cómo un hincha de Peñarol, encapuchado, lanza una butaca contra el sector de hinchas de Botafogo y un Policía que lo vio lo castiga en el acto con un palazo.
Dos parciales de Peñarol le cuestionaron el accionar al Policía, pero este ni se inmutó.
Cuando llegó al estadio Nilton Santos, antes del partido, el presidente Ignacio Ruglio declaró: "Una vergüenza, todo una vergüenza. Ya desde la mañana vimos que todo fue muy parecido a lo de Rosario Central. Ahora ya mandamos todas las imágenes a Conmebol, de las casi dos horas que nos pasearon, del lugar donde nos metieron, las piedras que nos tiraron, en el medio del corral que nos pusieron".
El dirigente Claudio Rivas, hombre del oficialismo, dijo que en Uruguay "el deber de Peñarol" será "cuidar" a los hinchas visitantes.
