El humorista Antonio Gasalla creó personajes que marcaron generaciones en teatro, cine y televisión
Una colección de personajes. La carrera de Antonio Gasalla dejó en el ámbito artístico una serie de creaciones histriónicas, satíricas e ingeniosas que marcaron generaciones de artistas y espectadores.
Egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático, Gasalla se convirtió en uno de los actores argentinos más reconocidos de su generación y una figura del teatro, el cine y la televisión. Durante su trayectoria participó de películas como La Tregua (1974), Esperando la carroza (1985), Tango Feroz: La Leyenda de Tanguito (1993), Un Muro de Silencio (1993), Dibu, La Película (1997), El Perro (2004) y Dos Hermanos (2010).
También fue una cara asidua en la televisión, Desde 1982 condujo El mundo de Antonio Gasalla, Gasalla 91, A la playa con Gasalla y Gasalla en la Torre de Babel, antes de estrenar en 1992 El palacio de la risa. También participó de programas como La Peluquería de Don Mateo, Polémica en el Bar, Mi Cuñado y en el programa de Susana Giménez.
Desde hace algunos años estaba alejado de la actividad por razones de salud. Después de ser diagnosticado con una enfermedad de deterioro cognitivo, el humorista debió dejar los escenarios. La muerte del humorista, a los 84 años, marca el final de una época en la que el ícono del humor dejó varios personajes en la memoria colectiva.
La consagración cinematográfica de Antonio Gasalla llegó en 1985, cuando protagonizó Esperando la Carroza. La película, dirigida por Alejandro Doria, se convirtió en un éxito de culto al transformar una obra teatral costumbrista y satírica en una fotografía de la sociedad de su época.
Mamá Cora fue el personaje que marcó su carrera. Una abuela incomprendida y despistada que es el centro de una tarde de enredos y desaciertos se convirtió en uno de los personajes más icónicos del cine argentino. Madre de cuatro hijos –Antonio, Jorge, Sergio y Emilia–, encarna las dificultades que se le imponen a la vejez y las disfuncionales dinámicas familiares hasta que todos la dan por muerta.
“Quiero tirarle un mensaje a los viejos de que hay que seguir, porque cuando llega la vejez decís: ‘Basta, ¿qué hago caminando por toda la ciudad?’. Hay un querer parar cuando el cuerpo te va a abandonando y cuando el mundo te sorprende menos. El ser humano vive de los impulsos que el mundo te va tirando. Cuando vas teniendo cierta cantidad de años, no te pones más escéptico, pero ya viste demasiadas cosas”, dijo en una entrevista en Animales Sueltos.
Además de Gasalla en el rol de Mamá Cora, Esperando la carroza contaba con un elenco estelar compuesto por China Zorrilla, Juan Manuel Tenuta, Luis Brandoni, Mónica Villa, Betiana Blum y Enrique Pinti.
Años después, Mamá Cora se convirtió en La Abuela. En el horario estelar del programa de Susana Giménez, Gasalla improvisaba un diálogo cómico y por momentos delirantes con la conductora del programa o participaba de recordados scketches junto a figuras de la música, el cine o la televisión.
"Mucha gente cree que es una mujer real, y eso me encanta. Yo simplemente tomé a esas abuelas que todos tuvimos en algún momento y les di vida", dijo Gasalla años después del estreno de la película.
El gran momento televisivo de Antonio Gasalla llegó en 1992 con El palacio de la risa, el programa que conducía en ATC. Un desfile de situaciones divertidas, grotescas, absurdas y satíricas, que marcaron una época.
Entre sus creaciones más recordadas se encuentra Flora, la empleada pública. Un personaje que creó en plena dictadura militar inspirado por un aviso gráfico. "Usted es responsable", decía la publicidad en la que un empleado recibía un sello en la frente que llevó a Gasalla a pensar en todas las veces que tuvo malas experiencias burocráticas.
La empleada administrativa que se desempeñaba como la jefa indiscutida de la mesa de entrada de trámites públicos –maltratadora y poco apegada al trabajo– hacía junto a La González, interpretada por Norma Pons, un dúo difícil de olvidar. Latiguillos como ¡Afuera! o ¡Se van para atrás! se convirtieron en frases memorables en la televisión argentina.
"La atención al público es el peor castigo en una cadena de trabajadores. Ese es el trabajador que está en la primera línea de batalla, recibe las balas continuas, queja, queja y queja. La insatisfacción y el odio se sobrealimentan y el autoritarismo le sirve a la persona para creerse dueña del ministerio. El no te atiendo es su arma, un poder que no tiene", decía Gasalla.
Marcos y Susana intentan asentarse en una vieja casa en Colonia tras la muerte de su madre. Sin embargo, en una relación que deambula entre el amor y el odio, la personalidad avasallante y manipuladora de Susana encuentra el punto de quiebre de la sensibilidad de Marcos.
Dos hermanos (2010), una coproducción argentina-uruguaya dirigida por Daniel Burman y basada en la novela de Diego Dubcovsky, aborda conflictos familiares y nuevos comienzos en medio de la incertidumbre de la vida adulta y, especialmente, la soledad.
Con Antonio Gasalla y Graciela Borges como protagonistas, la película se convierte en un retrato sobre la vejez, y Marcos se consagra como uno de los personajes más queridos del actor argentino.
Bárbara Don’t Worry, una presentadora de televisión por cable con rasgos exagerados por las cirugías estéticas, se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos del humorista. Una parodia a las aspiraciones al lujo y la exposición en la época en la que el glamour era importado de los Estados Unidos.
La moda, la salud, el cuerpo, las cuestiones relacionadas a la femineidad del momento, las relaciones y los rumores de la farándula, todo pasaba por el filtro de la excéntrica y torpe presentadora.
Durante el ciclo entrevistó a todo tipo de personalidades, desde artistas como Fito Páez, Cecilia Roth, Pablo Echarri o Cris Miró. Uno de los momentos más recordados fue la entrevista con Susana Giménez, cuando al presentar a la diva de los teléfonos dijo: "La gente me confunde con ella".