El primer punto abordado fue el resultado fiscal efectivo del Gobierno Central y el Banco de Previsión Social (GC-BPS) que en 2024 terminó con un rojo de -3,4% del Producto Interno Bruto (PIB), tres décimas por encima de lo proyectado en la última Rendición de Cuentas (-3,1% del PIB).
Explicó que el año pasado, mientras los gastos se mantuvieron “alineados” con la última presupuestación, los ingresos por recaudación de impuestos cayeron en 0,7% del PIB (US$ 730 millones) respecto a lo estimado para el ejercicio. Esto, debido a lo que denominan la "sorpresa inflacionaria", es decir una caída de la inflación “más acelerada de lo esperado” por el equipo económico y los analistas.
“No hubo un carnaval electoral de aumento de gasto. (…) El equipo económico tomó una decisión de bajar la inflación aunque haya un costo fiscal y parafiscal en el balance del Banco Central. Esto significa mayor poder adquisitivo y más plata en el bolsillo de los uruguayos”, dijo Arbeleche.
La ministra añadió que si bien la recaudación bajó en US$ 730 millones, en parte, eso fue compensado por una mejora en las utilidades “genuinas” de las empresas públicas. “No se pidió ningún adelanto de utilidades, a estas empresas les fue mejor y volcaron más utilidades a las arcas del gobierno central”, argumentó.
Ese punto había generado un cruce con el gobierno entrante días atrás, y en particular con el economista Mario Bergara, que había manejado cifras equivocadas sobre el tema, según él mismo reconoció.
Los tres pilares de la regla fiscal
Las autoridades también hicieron público el resultado fiscal estructural que excluye de la medición los efectos de fluctuaciones cíclicas y factores extraordinarios como la sequía.
Este es el primer pilar de la regla fiscal vigente, cuya estimación oficial realizada a principios de 2024 se había situado en -2,9% del PIB (desde un -2,6% del PIB establecido en la Rendición de Cuentas de 2022). La desmejora se había justificado por la menor inflación esperada y su impacto negativo en la recaudación nominal de impuestos.
Luego, en la última Rendición de Cuentas a mediados del año pasado, se había vuelto a corregir al alza hasta -3,4% del PIB, y con ello se había adelantado que no se cumpliría con la meta establecida. Entre los motivos, el MEF había mencionado “la caída imprevista de los ingresos estructurales y la decisión de preservar el gasto público ya comprometido”.
Finalmente, el resultado fue de -3,7% del PIB, es decir, por encima de todas las proyecciones realizadas anteriormente.
Para el caso del segundo pilar, que es la variación del gasto primario, también se había adelantado que la menor inflación implicaría un desvío respecto al tope de crecimiento potencial, por la reducción del denominador con el cual se miden dichas erogaciones. Este componente aumentaría 4,8% real interanual, cuando en febrero de 2024 el techo considerado óptimo se había situado en 2,8%. Finalmente, la variación registrada fue de 4,7% real interanual.
El tercer pilar es el tope de endeudamiento neto, cuyo límite legal ampliado una vez activada la cláusula de salvaguarda era de US$ 2.990 millones, según lo fijado por ley y se ubicó al final del año pasado en US$ 2.644 millones.
Arbeleche: “Mida como se mida, el resultado fiscal en 2024 es menor a lo que había en 2019”
En otra parte de su presentación, Arbeleche comparó los resultados finales del quinquenio con los registrados al cierre de 2019 durante el anterior gobierno del Frente Amplio.
La comparación realizada muestra que el déficit fiscal estructural de 2024 (-3,7% del PIB) fue menor al registro de 2019 (-4,5% del PIB). Esa diferencia de 0,8 puntos porcentuales equivale a “una mejora” de US$ 600 millones, según los resultados hechos públicos por el MEF.
Al cotejar el déficit fiscal efectivo al cierre del año pasado, el resultado de -3,4% del PIB se ubicó por debajo del -3,9% del PIB de 2019, lo que equivale a US$ 400 millones de “mejora”, dijo la ministra.
“Mida como se mida, el resultado fiscal en 2024 es menor a lo que había en 2019. Si se dice otra cosa, el análisis está equivocado. Todos los números son públicos”, dijo Arbeleche.
“Esta mejora del resultado fiscal se hizo a pesar de los shock negativos que se enfrentaron en esta administración, y la mejora se debió a que el gasto subió menos de lo que subieron los ingresos”, insistió la ministra.
Según Arbeleche, en la administración anterior del Frente Amplio los ingresos aumentaron 0,7 pp y los gastos lo hicieron 2,5 pp. En este gobierno los ingresos aumentaron 1,5 pp y los gastos lo hicieron 0,9 pp, de acuerdo con el análisis realizado.
“La mejora se hizo incluyendo el compromiso de no aumentar impuestos e incluyendo una rebaja tributaria de IRPF y en pequeñas y medianas empresas”, apuntó la ministra.
Por otro lado, Arbeleche dijo que en su administración se registró el “menor aumento del gasto” de los últimos 20 años. En promedio anual el gasto creció 1,4%, y en administraciones anteriores fue “bastante más alto”, apuntó.
“Se redujo la prociclicidad que tenía la política fiscal. Antes, con actividad fuerte, había gasto muy fuerte y esto se quebró en esta administración”, subrayó.
También apuntó que entre 2020 y 2024 se registró el “menor crecimiento real de recaudación” de las últimas dos décadas. “Eso fue un desafío para la gestión fiscal y para poder mantener los gastos comprometidos “, dijo la ministra.
Finalmente, afirmó que que la deuda neta se mantuvo “estable” y terminó en 53,3% del PIB en 2024.
Arbeleche: “No se necesita una suba de impuestos en 2025”
La proyección de resultado fiscal GC-BPS, realizada por el equipo económico para 2025, se ubica en -3% del PIB.
“Tal como se está dejando la administración, no es necesario hacer un ajuste fiscal en 2025. No es necesario subir impuestos. La decisión de hacerlo o no es del próximo gobierno”, afirmó la ministra.