La posición de Estados Unidos como socio comercial de Uruguay se consolidó en los últimos años. Ocupó los primeros lugares en el listado de compradores de bienes locales y también fue uno de los principales proveedores. El nuevo gobierno de Donald Trump abre un período de incertidumbre para el comercio global por las advertencias del presidente sobre la aplicación de aranceles a las importaciones provenientes de países con los que mantiene desacuerdos o enfrentamientos.
Desde antes de su asunción y en los primeros días de mandato, el presidente de Estados Unidos anunció una serie de medidas para marcar postura respecto al relacionamiento comercial que tendrá con el mundo.
La primera advertencia fue hacia los países BRICS. “Requerimos que estos países se comprometan a no crear una nueva moneda o a respaldar a ninguna otra que busque reemplazar al dólar estadounidense”, escribió en la red social Truth Social.
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“De lo contrario enfrentarán aranceles de 100% y pueden decirle adiós a sus oportunidades de vender productos en la maravillosa economía estadounidense”, advirtió.
Luego anunció que planea aplicar a partir del 1º de febrero un arancel de 10% a las importaciones chinas, ya que desde el país asiatico se envía fentanilo a México y Canadá que más tarde termina en Estados Unidos. China recogió el guante. “No hay ganadores en una guerra comercial o arancelaria”, declaró ante la prensa una vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores. Más allá de las declaraciones, la guerra comercial ya está planteada.
Trump, luego de lanzar esa advertencia, avanzó en su cruzada y agregó que también analiza imponer un gravamen de 25% para Mexico y Canadá, a los que acusó de incapaces por no detener la migración ilegal y el tráfico de drogas.
Los países de la Unión Europea (UE) no escaparon a las amenazas comerciales. “Nos tratan muy mal. Así que habrá aranceles para ellos”, dijo Trump. El presidente justificó esa decisión en el déficit de la balanza comercial con el el bloque europeo.
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Ucrania solicitó oficialmente unirse a la Unión Europea
Armando BABANI / AFP
Durante el Foro Económico Mundial que se desarrolla en Davos se realizó una encuesta entre los principales economistas jefes y CEOs del mundo para que aportaran su visión sobre el nuevo gobierno estadounidense. Más del 90% de los consultados espera que los nuevos aranceles sean menores que los anunciados. Pero también hubo consenso en que la administración de Trump alterará la trayectoria de la economía global.
La postura sobre la región y el comercio con Uruguay
Esta semana el presidente fue consultado sobre cuál será la relación que el gobierno mantendrá con los países de la región. “Grandiosa. Nosotros no los necesitamos. Ellos nos necesitan”, respondió.
El comentario vaticina que no habrá una profundización del comercio o un aumento de las importaciones desde América Latina hacia Estados Unidos.
Este lunes, cuando asumió Trump, la cancillería uruguaya resaltó, además de felicitar al nuevo mandatario, el relacionamiento comercial que mantienen los dos países.
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Inés Guimaraens
“Estados Unidos es un aliado estratégico para Uruguay, con quien mantiene una sólida relación bilateral. Es además un socio económico y comercial fundamental, con importantes inversiones en sectores clave para el desarrollo del país, con amplio margen de crecimiento”, expresó el comunicado.
En la newsletter Escenario2 de este viernes, Marcos Soto manejó la posibilidad que Estados Unidos y China acerquen posiciones y alcancen un acuerdo para frenar la guerra comercial.
“En esa hipótesis, China podría comprometerse a intensificar compras de productos de origen estadounidense. Si esas conversaciones suceden en estos términos, podría haber una redirección de las compras de productos agrícolas que realiza China en la región (Brasil, Uruguay, entre otros) para priorizar las de origen estadounidense”, escribió.
Eso claramente impactaría en las exportaciones uruguayas, aunque no directamente en las que se envían al país norteamericano.
En 2023, Estados Unidos se ubicó como el cuarto comprador de bienes uruguayos. Las exportaciones llegaron a US$ 873 millones con incremento anual de 11%. Los principales productos vendidos fueron la carne vacuna, los subproductos cárnicos y la celulosa.
El año pasado mantuvo la posición aunque la cifra fue mayor: US$ 1.192 millones. La suba interanual fue de 37%. Se repitieron los tres bienes más relevantes y se sumaron la madera y sus productos y los aparatos e instrumentos médicos.
En sentido opuesto, las importaciones fueron por US$ 640 millones en 2023 y por US$ 625 millones el año pasado. Las compras de mayor trascendencia fueron de aceites crudos de petróleo, gas oil, medicamentos mezclados o sin mezclar y sembradoras.
