El volumen de negocios fue similar al registrado el año pasado en un mercado que aguarda con expectativa las señales del nuevo gobierno
El negocio de compraventa de inmuebles tuvo operaciones por al menos US$ 2.161 millones durante 2024.
Este monto es una aproximación calculado por El Observador tomando como referencia la recaudación del Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP) a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI). El impuesto grava con una tasa de 2% al comprador y otro 2% al vendedor de inmuebles de usufructo.
Los datos oficiales muestran que entre enero y diciembre de 2024, el ITP recaudó $ 3.809 millones, con una variación nominal interanual de 4,6%. Ese dinero es equivalente a unos US$ 86,5 millones, tomando el tipo de cambio cierre del año pasado.
Si se considera que el impuesto representa el 4% del valor de las operaciones inmobiliarias, se puede proyectar que los negocios totalizaron como piso US$ 2.161 millones.
Esta cifra es solo una aproximación a los montos negociados en el área inmobiliaria –que son superiores–, porque la base de cálculo del impuesto es el valor catastral que suele ser menor a los precios de los acuerdos efectivos de compraventas.
El ITP tampoco alcanza a las unidades de Vivienda Promovida (VP – antes Vivienda de Interés Social), que están exoneradas en la primera venta, y que el año pasado se volvieron a comercializar de buena manera.
En ese sentido, los últimos datos publicados por la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), mostraron que entre enero y agosto hubo 2.249 declaraciones juradas nuevas de venta de vivienda promovida, un 25% más respecto a igual período del año anterior.
Y con precios promedio que eran de unos US$ 118.760 para unidades de un dormitorio, y de unos US$ 161.000 para dos dormitorios en el segundo cuatrimestre.
Los proyectos promovidos bajo el régimen de Vivienda Promovida mantuvieron dinamismo en 2024, y hay nuevos desarrollos en carpeta para el año que empieza. Este segmento también ha sido un importante amortiguador para la industria de la construcción.
Días atrás, el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya, Matías Medina, dijo a El Observador que el año que pasó fue “muy bueno” para el sector de compraventas.
Otro dato que destacan desde el sector inmobiliario es el aumento de los créditos hipotecarios, tanto en la cantidad de operaciones como en el monto. Entre enero y setiembre del año pasado, el monto solicitado en dólares aumentó un 20% y la cantidad de operaciones de personas que sacaron un préstamo para adquirir su vivienda subió 25%.
De cara a 2025 y ya conocido el resultado electoral, los inversores locales y extranjeros aguardan por las señales y políticas que adopte el nuevo gobierno en materia de vivienda.
Por otro lado, entre enero y diciembre de 2024 se concretaron 128 compraventas de inmuebles rurales por unas 223.000 hectáreas en distintos puntos del territorio nacional, dentro de un sector que mostró demanda sostenida y precios firmes, según informó El País semanas atrás en base a datos de la consultora Agroclaro. En general hubo predominio de negocios de campos mixtos, seguidos de tierras ganaderas y forestales.
Una de las operaciones que sobresalió el año pasado fue la compra realizada por la compañía japonesa Oji Holdings Corporation que adquirió 41.000 hectáreas de tierra por casi US$ 300 millones en Rivera y Tacuarembó, según publicó Búsqueda en mayo pasado. La empresa es una de las líderes en la industria mundial de la pulpa de celulosa y el papel.
