La industria de la construcción celebró su día con un repaso del sector en el que matizó varios avances y algún que otro debe. La actividad tuvo como hecho diferente el regalo de una yegua al presidente Luis Lacalle Pou. El mandatario aprovechó también para criticar el plebiscito de la seguridad social en la recta final de la campaña.
El Día de la Construcción –que se celebró este lunes- estuvo teñido por la proximidad de las elecciones nacionales del próximo domingo y contó con la participación de varios candidatos. Álvaro Delgado, Andrés Ojeda y Pablo Mieres mantuvieron su habitual concurrencia a eventos empresariales, mientras que la frecuente inasistencia de Yamandú Orsi fue suplida, esta vez, por su jefe de campaña, Alejandro Sánchez.
Con ese escenario, el presidente de la Cámara de la Construcción, Alejandro Ruibal, realizó un repaso de la actividad de los últimos años.
El empresario hizo mención especial al período afectado por el covid-19, entre marzo de 2020 y abril de 2022, pero enfatizó en los primeros días de pandemia cuando se detuvo la actividad. En ese momento, en conjunto con el gobierno, pero fundamentalmente con el sindicato de la construcción (Sunca) se lograron establecer protocolos para la reapertura de las obras el 11 de abril de 2020.
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Foto: Inés Guimaraens
Otro avance mencionado fue el de la construcción de viviendas promovidas. El puntapié inicial para esa modalidad de emprendimientos fue a través de la ley 18.795 de 2011 que otorgó beneficios tributarios para viviendas de interés social. Esa normativa fue acompañada con decretos en 2014 y 2017 que fueron modificados por el actual gobierno. El promedio de unidades edificadas es de entre 5.000 y 6.000 unidades, con propuestas en varios departamentos del país.
En ese tema Ruibal mencionó un debe. “No resuelve la situación de sectores de menores ingresos y ahí hay un problema”, indicó. Desde su visión, durante la próxima administración, el sector privado y el gobierno deberán abordar ese tema y pensar en soluciones para esos segmentos de la población.
El empresario mencionó aspectos clave que debe tomar el sector privado para el desarrollo de nuevas propuestas. Allí enumeró la elección correcta del proyecto, del instrumento de financiación y del contratista para avanzar en el plan de obras.
También indicó que hay oportunidades en que los riesgos deben estar balanceados entre el sector privado y el público.
Otra mención fue para la segunda transición energética que llegará con la producción de hidrógeno verde. “Esas son las inversiones que tenemos que traer; en eso nos va la independencia energética”, afirmó.
Por último, y como aspecto negativo, se refirió a la “cultura del trancazo”, que se mezcla a veces con un exceso de burocracia. “No puede ser que todavía no hemos podido implementar una solución moderna para el transporte público metropolitano”, señaló.
Lacalle, el riesgo y la seguridad social
A su turno, Lacalle Pou recordó los cambios efectuados a los decretos de 2014 y 2017 sobre viviendas de interés social y agregó que el gobierno cumplió con obligaciones asumidas por la anterior administración, más allá de no compartir la manera en cómo se encararon algunos procesos de negociación que se realizaron para concretar obras de grandes dimensiones.
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Foto: Inés Guimaraens
Y también marcó un matiz con un comentario de Ruibal. “Con todo respeto, el sector privado que tome riesgo; el sector público, con la plata de la gente, no puede tomar riesgos”, aseguró.
El final del discurso lo dedicó para realizar una defensa del sistema de seguridad social y criticar el plebiscito impulsado por el PIT-CNT y algunos sectores del Frente Amplio.
“Andá a conseguir financiación, recursos, a dar fuentes de trabajo si después de 20 años la coalición se pone de acuerdo y una historia loca -que ni siquiera nos explican bien cómo se va a financiar porque no lo pueden hacer- termina derribando la confianza”, expuso.
“Este gobierno tuvo el coraje de llevar adelante la reforma. Pedir a los uruguayos que piensen un poquito más sobre lo que le están diciendo; que traten de tener el mayor sentido común. Seguramente no sea la mejor reforma del mundo, pero es la que va a hacer que la gente se pueda jubilar”, concluyó.
Una yegua de regalo
Sobre el final del almuerzo, Ruibal comentó que tenía un regalo para el presidente. “No es fácil elegir el regalo. A Sanguinetti es un bollo porque le regalamos un cuadro. A Tabaré también, a Mujica también”, comenzó diciendo el empresario.
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Inés Guimaraens
“No te íbamos a elegir un cuadro, presidente. Una tabla de surf nos pareció poco y la moto se nos quedó muy arriba”, continuó.
El obsequio fue una yegua criolla de cuatro años de la Cabaña San Pedro, propiedad de Guillermo Sanguinettí. “Es colorada, con patas blancas, pero colorada”, comentó el presidente de la Cámara de la Construcción mientras se la veía en las pantallas del evento. “Es de la coalición”, contestó Lacalle.
Momentos después se trasladaron hasta el parque del Club de Golf donde el caballo esperaba a su nuevo dueño.
