Positivo para turismo y comercio de bienes
El economista de PwC, Ramón Pampín, dijo a El Observador que no resulta trivial que cerrado el acuerdo con el Fondo Monetario (FMI) se pase a este comienzo de salida del cepo cambiario.
Argentina tiene reservas brutas por US$ 24 mil millones, que en términos netos estaban en niveles negativos. En estas horas recibirá una inyección de US$ 19 mil millones y esto permite comenzar a salir, pasando a un sistema de bandas, que se van ampliando a razón de -1% mensual el piso y +1% mensual el techo de la banda.
El economista señaló que las personas físicas ya no tienen restricciones en el mercado de cambios, y que en el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) se pueden pagar las importaciones a partir del despacho en el puerto de origen, cuando antes era 30 días a partir del registro de ingreso aduanero.
“Es decir que hay una facilitación comercial en personas y empresas respecto a Argentina para los flujos con Uruguay, turismo y comercio de bienes”, señaló.
¿Qué se puede esperar que suceda con el tipo de cambio? Según Pampín, este levantamiento del cepo, se da en un contexto de superávit fiscal, inflación a la baja, incremento de reservas por parte de los organismos internacionales y proyecciones de más ingreso de dólares por motivos comerciales, en especial la buena cosecha de soja.
“Por tanto, seguramente el tipo de cambio, luego de una posible suba inicial en estos días, se ubique dentro de niveles relativamente bajos, sobre el piso de la banda en una banda cambiaria que tenderá a ampliarse y su piso a bajar”, apuntó.
“Sin grandes repercusiones”
El economista Ignacio Umpiérrez, dijo a El Observador que la liberalización parcial del mercado cambiario en Argentina supone un elemento adicional en el programa de estabilización macroeconómica.
En ese sentido, señaló que es más probable esperar en el corto plazo un tipo de cambio que fluctúe en torno al centro de la banda de flotación, acompañado por un aumento de tasas del Banco Central y un colchón prudencial de reservas a partir del acuerdo financiero con el FMI.
No obstante, remarcó que ello “será condicional” a la evolución del dólar en el mundo, que ha tenido señales mixtas respecto a monedas desarrolladas (debilitándose) y emergentes (fortaleciéndose aunque moderadamente y en menor medida que en otros episodios de incertidumbre y volatilidad desarrollados en la última década).
Además, explicó que a diferencia de 2018-19, Argentina llega a este ciclo global más adverso con mejores fundamentos macroeconómicos: con un ancla real (equilibrio fiscal) y otra nominal (el manejo cambiario-monetario) que ha sido creíble y relativamente exitoso. Esto sumado al avance en múltiples reformas que le permitirán un crecimiento sostenido y abandonar las fluctuaciones en torno a una nivel estancado desde hace 15 años, cuyo denominador común fue el cepo cambiario.
En ese escenario, “desde la óptica de Uruguay, no hay que esperar grandes repercusiones”, dijo.
“Argentina continuará su proceso de encarecimiento relativo, con una brecha cambiaria que tenderá a cerrarse y un proceso de desinflación subyacente que se prevé continúe, aunque no linealmente”, apuntó.
“Los efectos de este proceso los hemos visto sobre el segundo semestre del 2024 con un menor desvío de consumo hacia Argentina, que se profundizará, y las mayores exportaciones de turismo de argentinos en Uruguay que fueron un impulso para la actividad del primer trimestre de 2025”, dijo.
Por último, añadió que Argentina es el único socio comercial relevante de Uruguay que no presenta expectativas de crecimiento a la baja, al menos durante 2025. Sí es probable un menor crecimiento para China, Estados Unidos, Brasil y Europa.
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Banco Central de la República Argentina
“Un paso correcto, pero no exento de riesgos”
El economista Aldo Lema sostuvo que si esta fase del programa económico da resultado, será una señal “favorable” para Uruguay, que puede extender el “viento a favor” que vino desde el vecino país ya el último año.
Argentina da “un paso correcto” en el sentido de facilitar la adquisición de dólares, pero que presenta “un signo ambiguo” en la liberalización del tipo de cambio y la flotación dentro de una banda cambiaria, consideró.
Esto “no está exento de riesgos, sobre todo del entorno externo. Perfectamente puede pasar que si entramos en un escenario externo global muy complejo, donde el dólar eventualmente se fortalece, el tipo de cambio en Argentina le va a seguir ejerciendo presión al Banco Central”, dijo Lema en declaraciones al programa Desayunos Informales.
Por otro lado, dijo que “la inflación es importante de aquí para adelante porque si el tipo de cambio, por ejemplo, fluctúa a fin de año de A$ 1.100 a A$ 1.550, en esa banda, y la inflación hasta fin de año es otro 20%, Argentina todavía de aquí a enero o febrero, que son los meses cruciales para Uruguay desde el punto de vista de la temporada turística, quizás esté otro 10% más cara".
“En 2024 una Argentina más parecida a Uruguay (en precios relativos) nos dio un gran impulso. Eso se mantiene, pero el segundo efecto ya no va a ser de tanto impulso como fue el primero, donde cambiar las condiciones tan radicalmente nos favoreció mucho en la temporada turística”, afirmó el economista.
Por su parte, el economista Javier de Haedo escribió en su cuenta de X que son “muy buenas” las noticias que vienen de Argentina en materia económica. “Si, además, el presidente (Milei) y su entorno cuidan la institucionalidad, da para ser optimista”, apuntó.