Con la oficialización de Tolosa como presidente del Banco Central se terminó de cerrar el “equipo económico” que liderará Oddone desde Colonia y Paraguay.
“Lo más cercano al ideal de independencia”
La nominación fue una sorpresa en ámbitos políticos y también del mercado. Tolosa es Doctor en Economía por la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y tiene una vasta experiencia internacional como economista del Fondo Monetario Internacional. También se desempeño como director académico del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).
El economista de KPMG, Marcelo Sibille, dijo a El Observador que le parece “adecuada” la designación.
Sibille afirmó que idealmente, las autoridades del BCU deberían ser independientes del gobierno de turno, sin tener que rendir cuentas sobre el accionar de la política monetaria y cambiaria en la consecución de su principal objetivo que es la estabilidad de precios.
Y que si bien en Uruguay dicha independencia a nivel normativo e institucional no existe, la designación de Tolosa, un profesional académico sin perfil político y con reconocida trayectoria local y en el exterior, “es lo más cercano al ideal de independencia” que se podría aspirar en las presentes circunstancias.
“Muy buena señal”
Para el economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Ignacio Umpiérrez, el anuncio de Tolosa sobre la continuidad del régimen de metas de inflación y el uso de la tasa de interés como instrumento, “supone dejar atrás definitivamente” la visión de objetivos múltiples que la política monetaria tuvo previo a 2020.
“Eso da valor al trabajo realizado por el BCU en este último tiempo, tanto de su directorio como de los equipos técnicos. El gran desafío que tendrá es apuntar hacia un objetivo de inflación aún más bajo (en torno al 3%) y continuar consolidando en los hechos la independencia en las decisiones del Banco Central”, dijo a El Observador.
“Vamos camino a dos años del cumplimiento de la meta de inflación y esa credibilidad ganada es necesario continúe y se profundice. Que el nombramiento de su presidente haya sido por criterios técnicos es una muy buena señal en esa dirección. En el fondo, confirma que, como suele suceder en Uruguay, las buenas políticas macro no surgen necesariamente del consenso, pero luego por su éxito, trascienden. En temas fiscales y monetarios, creo será el caso en los próximos años", añadió.
Por otro lado, Umpiérrez consideró que un paso adicional que debe darse es la reforma de la carta orgánica del BCU, para “desacoplar” los mandatos de los directores a los ciclos políticos, para “evitar” momentos de incertidumbre, “cambios bruscos de políticas que dañen la credibilidad o malas señales al mercado”. “En eso, el rol del Ministerio de Economía debería ser clave para abrir y liderar esa discusión a nivel parlamentario. Ojalá esa discusión la podamos tener en este período legislativo”, afirmó el economista.
Mayores desafíos para la gestión de la inflación
La economista de Exante, Tamara Schandy, dijo que la designación de Tolosa es vista como “una señal positiva”.
Según explicó, el aumento del dólar y el giro del contexto externo van a enfrentar a la próxima administración con un mayor desafío en la gestión de la inflación. “A nuestro juicio, no solo está el desafío de preservar un logro desinflacionario que en los últimos años fue costoso de obtener (en materia de competitividad y actividad económica), sino que la próxima administración tiene el desafío adicional de construir credibilidad con el compromiso de inflación ‘baja”, dijo a El Observador.
Para Schandy, la respuesta “normativa” ante este shock debería involucrar los siguientes aspectos: ratificar el rango meta, mantener la TPM como instrumento e implementar una política monetaria algo más contractiva; y reconocer que existe poco espacio de crecimiento del salario real. También consideró que se debería perseguir un presupuesto austero y aprovechar una inflación transitoriamente algo más alta en 2025 a favor del ajuste de las cuentas públicas.
“Las declaraciones recientes de Oddone y la elección de un perfil técnico como el de Guillermo Tolosa para encabezar el Banco Central son señales que, a nuestro juicio, apuntan en esa dirección”, dijo Schandy.
“Declaraciones auspiciosas”
Para el economista José Licandro, tanto la elección como las declaraciones de Tolosa “son muy auspiciosas porque indican con claridad que se va a mantener el rumbo de la política monetaria actual y perfeccionarla”. “¿Se apuntará en el futuro a una meta más ambiciosa que 4,5%?”, se preguntó en su cuenta de la red X.
Por su parte, el economista Aldo Lema escribió que “es clave” que el futuro directorio del Banco Central sea completado con otros dos expertos en régimen de metas de inflación y gestión moderna de la política monetaria. “O al menos uno y el otro con especialidad en sistema financiero”, señaló en la red X.
Metas de inflación y tasas de interés
Las metas de inflación como estrategia de política monetaria es un esquema utilizado por economías avanzadas y emergentes que tiene algo más de 30 años en el mundo, y que en general ha cosechado resultados positivos.
El esquema de metas consiste en el anuncio de un objetivo por parte del Banco Central que opera como ancla sobre las expectativas del mercado. En el país su implementación data de dos décadas atrás, y hoy está basado en tasas de interés desde 2020 (precio del dinero), aunque en el pasado también utilizó agregados monetarios (cantidad de dinero).
El objetivo actual que va entre 3% y 6% está vigente desde setiembre de 2022 y se ha cumplido el 70% del tiempo. Esto tras un largo historial de inflación en niveles de 8% y por arriba del objetivo.
La inflación de los últimos 12 meses cerrados en noviembre de 2024 se encuentra en 5,03%, y se espera que cierre el año en el entorno de dicho valor.
Transición en marcha
La ministra Azucena Arbeleche, junto a autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas; la Oficina de Planeamiento y Presupuesto; y el Banco Central del Uruguay, dieron inicio esta semana al proceso de transición con integrantes del futuro equipo económico.
Durante ese encuentro, el gobierno trasmitió que la política monetaria ha tenido como objetivo la baja de la inflación y que eso se ha logrado en base a un régimen de objetivos de inflación utilizando como instrumento de política monetaria la tasa de interés.
Además, señalaron que se ha mantenido un régimen de flotación cambiaria, reservando la posibilidad de intervenciones en el mercado de cambios para situaciones de extrema volatilidad. A la fecha se llevan 39 meses sin necesidad de utilizar este instrumento de política.
“La libre flotación ha sido uno de los pilares sobre los que se apoyó la baja de inflación y sobre todo la convergencia de sus expectativas”, dice el documento de resumen hecho público por el Ministerio de Economía.
A diciembre de 2024 se estarían cumpliendo 19 meses de inflación dentro del rango meta “con significativa reducción en las distintas medidas de expectativas de inflación recopiladas por el BCU”, dice el texto.