Ante el fuerte crecimiento de las compras web en el exterior en los últimos meses -básicamente por la irrupción de la tienda china Temu en Uruguay-, empresarios solicitan que el gobierno defina medidas para atenuar el impacto en el comercio local. Uno de los pedidos es la reducción de la tasa consular y otros aranceles que se pagan para la importación de productos.
Desde la segunda mitad del año pasado se produjo un aumento relevante del comercio a través de internet. En diciembre -luego de meses consecutivos de aumento- se registró el récord de 166.900 operaciones desde que rige la franquicia de encomiendas internacionales hace más de una década. En el comienzo del año la tendencia no se frenó. Entre enero y febrero se realizaron 255.240 transacciones web con un crecimiento interanual de 165,6%.
La Cámara de Comercio siguió de cerca la dinámica de compra en el extranjero. En febrero ingresaron 155.127 paquetes y la gremial estimó un volumen de compras de US$ 15 millones. Si la cifra se calcula anualmente, la cuenta alcanza los US$ 180 millones.
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Las compras web en el exterior es una modalidad en pleno auge.
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Ante eso, los empresarios solicitaron una reunión con representantes del gobierno para intercambiar sobre ese aspecto. Este miércoles, una delegación de la cámara mantuvo un encuentro con el presidente Yamandú Orsi y otros jerarcas. “Las compras a través de plataformas digitales al exterior están pegando fuerte en el comercio”, dijo el titular de la gremial, Julio César Lestido, luego de la reunión.
En paralelo, la economista Ana Laura Fernández y el asesor jurídico Diego Yarza se presentaron en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Fernández adelantó que en marzo se realizaron 166.000 envíos. “Esto ha generado una preocupación en el sector del comercio porque, claramente, impacta en los resultados de las ventas de las empresas y genera un desvío del consumo”, dijo.
El planteo es que los comerciantes formales enfrentan una inequidad fiscal. Ejemplificó que los juguetes importados pasan por un proceso de certificación y control del LATU. Sin embargo, cuando ingresan a través del régimen de encomiendas lo hacen sin el pago de tributos y aranceles.
La franquicia sin pago de impuestos permite hasta tres compras anuales que no pueden exceder por vez los US$ 200 ni los 20 kilos.
Reducir aranceles
Fernández mencionó la carga tributaria que normalmente pagan los comerciantes para importar productos dentro del régimen general. En el caso de la vestimenta -extra Mercosur- paga 20% de arancel, 5% de tasa consular, 22% de IVA, 10% de adelanto de IVA y 15% de adelanto de IRAE.
“A eso se le agrega la tasa de escáner, certificado VUCE (Ventanilla Única de Comercio Exterior), licencias automáticas de importación que todavía siguen existiendo sobre vestimenta y calzado, gastos de despacho y gastos logísticos hasta que la mercadería llega al puerto. Luego está todo lo que implica la distribución y comercialización de esa mercadería”, añadió.
Ante ese armado de costos es que los comerciantes piden flexibilizar tributos. “La cámara entiende que es imperioso trabajar en minimizar esa competencia bajo diferentes condiciones y que, por ejemplo, se reduzcan la tasa consular y los aranceles”, expresó la economista.
Reiteró que mientras la vestimenta paga 25% (entre arancel y tasa consular), en Chile las importaciones tienen una carga de 6% en promedio. “Un punto porcentual por encima de nuestra tasa consular para productos que ingresan de fuera del Mercosur”, indicó.
“Debemos trabajar en estos puntos y también en las normativas, regulaciones y exigencias; no hablamos de desregulación, sino de regular de forma más eficiente y de hacer el cumplimiento de manera menos gravosa para las empresas”, sostuvo.
"Desinflar" la tasa consular
El Partido Nacional mencionó en la última campaña electoral que se debía quitar la tasa consular. El candidato Álvaro Delgado planteó en apariciones públicas que el tributo era “algo arcaico que dejó de tener sentido” y por eso sostuvo que se debía avanzar hacia una eliminación gradual porque significaba un “costo adicional para los importados y para los exportadores que importan insumos”.
El comentario generó la respuesta del ex subsecretario de Economía, Pablo Ferreri. “Que un candidato proponga eliminar la tasa consular que recauda US$ 300 millones al año sin explicar cómo compensará la recaudación o qué gasto recortará es demagogia electoral”, escribió en su cuenta de X.
El tema de la quita de ese impuesto no fue mencionado en las bases programáticas del Frente Amplio para este período de gobierno.
Sin embargo, en la actual administración se maneja la posibilidad de flexibilizar algún gravamen de importación. El director de la Asesoría de Política Comercial del Ministerio de Economía, Juan Labraga, expuso durante un evento realizado a principios de mes que para eliminar la tasa consular “primero hay que desinflarla”.
Agregó que el gobierno promoverá mediante un proyecto que el tributo se deje de cobrar por tres años en las importaciones provenientes del Mercosur. Algo similar ocurriría con las operaciones por fuera de la región si el bloque logra cerrar el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).