"La inestabilidad cambiaria y fiscal de Brasil constituye un foco de preocupación para la región", según lo afirmó el economista Julio de Brun. A finales de setiembre, la depreciación del real brasileño se ubicó en unos 5,40 reales por dólar y las cotizaciones rondaron los 6,3 reales por dólar a mediados de diciembre.
El Banco Central del país vecino aumentó repetidamente la tasa de interés hasta llegar a 12,25% en la reunión de diciembre e intervino en el mercado de cambios con la venta de más de US$ 40 mil millones de reservas, esfuerzo que, según de Brun, logró una calma relativa al mercado en los primeros días de enero, con una cotización del real por debajo de 6,1 por dólar.
En ese contexto, uno de los principales bancos del mundo, Bank of America, elaboró un informe en el que recomendó a sus clientes a apostar por la moneda brasileña ya que consideró que "está sustancialmente infravalorado".
Según fue consignado por Bloomberg Línea, el informe de Bank of America manifestó que las tasas de interés reales de Brasil "son las más altas entre los mercados emergentes" y confió en que "se espera una mejora en la balanza por cuenta corriente en el cuarto trimestre de 2024", según dicho medio.
Por ese motivo y por considerar que ya está "demasiado subvaluado", Bank of America recomendó a los inversores "una posición larga en reales con un enfoque táctico".
De acuerdo con el banco, hay dos factores que puedan impactar de forma positiva en la recuperación de la economía brasileña: la caída del dólar a nivel mundial y la mejora en los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
No obstante, el reporte de Bloomberg Línea indicó que el banco también advirtió que la moneda de Brasil "no se apreciará más del 20% de su potencial", ya que el gobierno de Luiz Inácio (Lula) da Silva no ha mostrado hasta el momento "disposición para ajustar decisivamente la política fiscal y controlar el gasto público”.
Por su parte, el banco de inversiones JP Morgan señaló en un informe consignado por el mismo medio que, a pesar de las salidas de capital observadas en Brasil en los últimos meses (en el entorno de unos US$ 24 mil millones en diciembre), continúan "considerando que las cuentas externas de Brasil son sólidas, y los niveles actuales de reservas internacionales son un importante colchón”.