En Uruguay la distribución y comercialización de combustibles es realizada por tres sellos –Ancap, Axion y Disa– que a su vez cuentan con su propia red de estaciones de servicio.
Actualmente hay otra empresa que aspira a convertirse en un nuevo jugador de ese mercado.
Se trata de la firma Megal que solicitó autorización ante la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), para crear un cuarto sello de estaciones de servicio bajo su marca, según afirmó la directora de Megal, Rosana Bucheli, en una entrevista con la revista Forbes Uruguay publicada este lunes.
“Va a ser una lucha, pero estamos dispuestos a darla. La idea es asociar Megal también a combustibles líquidos. Para eso pensamos en un sistema innovador, ofreciendo otro tipo de cosas al cliente. Venimos a mover un poquito el mercado”, dijo.
“No pensamos ser una grandísima red, pero por algo se empieza. Son procesos largos y me imagino que ahora no es el mejor momento para que salga ninguna regulación, pero sí de plantar la semilla”, añadió la directora de la empresa que actualmente opera en el sector del supergás.
“Estamos pidiendo por favor que haya un actor de capitales privados uruguayos, son todos extranjeros los que están participando en la distribución. (…) Creo que es una muy buena idea para el país, porque aparecería un actor ágil que le ponga dinámica y competitividad al mercado y que no va a estar tan sujeto a las reglas tradicionales del juego, como hicimos acá en Megal”, dijo la ejecutiva.
En setiembre pasado, la presidenta de la Ursea, Silvana Romero, afirmó en una entrevista con El Observador que “existe la posibilidad" de que ingresen nuevas marcas al mercado, aunque dijo que la “situación es algo compleja”
“Aunque todavía no se ha dictado el reglamento de comercialización de combustibles líquidos, una empresa interesada en entrar en este negocio puede presentar su solicitud ante la Ursea. La Ursea, a su vez, analizará esa solicitud desde un punto de vista técnico y jurídico antes de decidir si autoriza la operación”, había dicho.
En esa oportunidad también se refirió a que para la apertura de nuevas estaciones de servicio bajo una marca existente o una nueva, se deben considerar las limitaciones establecidas en la normativa vigente.
"La resolución 377/021 establece restricciones en cuanto a las distancias mínimas que deben respetarse entre estaciones de servicio. Estas restricciones están diseñadas para evitar la saturación en determinadas áreas y garantizar un equilibrio en la distribución geográfica de las estaciones en el país. Por tanto, aunque hay margen para el establecimiento de nuevas estaciones, esto estará condicionado por el cumplimiento de estas normativas”, afirmó la titular de Ursea.
Sistema “hiperregulado” y “costoso”
La propuesta de cambios que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento en 2021 definió la distribución secundaria como “costosa” y con reglas de juego “muy particulares” que tampoco impulsan la eficiencia.
Allí el gobierno planteó, entre otros puntos, que la figura del distribuidor tiene “poca relevancia” en la definición del producto, del precio, y no tiene un papel relevante en la optimización logística de la cadena y en la gestión de los costos asociados”.
En relación a los operadores de estaciones de servicio, el diagnóstico señaló que está “muy regulado”. Las diferencias por precio no existen, a excepción de descuentos que se aplican para grandes consumidores de gasoil, y a otras diferencias por servicios o negocios colaterales como minimercados, gomerías y lavaderos, se enumeró a modo de ejemplo.
“En rigor no existe un mercado de combustibles, sino un sistema hiper-regulado con muy pocos incentivos a la competencia, donde para todos los actores está regulado el producto y sus ingresos (precio, margen o bonificación)”, concluyó ese documento.