A pesar de los avances en materia de igualdad de género, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad en Uruguay. Así lo reveló el informe Equal Pay Day (EPD), elaborado por la consultora CPA Ferrere, que evidenció que las mujeres, en términos comparativos, trabajan "gratis" (sin remuneración) hasta el 28 de febrero de cada año, mientras que los hombres reciben su salario completo desde el 1º de enero.
De acuerdo con el informe, al que accedió El Observador, ese dato demuestra que en Uruguay, la brecha salarial es del 16%. La cifra es menor a la de otros dos países analizados por CPA Ferrere: Paraguay y Bolivia, cuyas brechas salariales fueron de 26% y 14%, respectivamente.
En concreto, el informe compara los ingresos por hora entre hombres y mujeres, ajustando por variables como nivel educativo, edad y tipo de ocupación, para obtener un coeficiente que refleja la penalización salarial atribuible al género.
“El EPD busca visibilizar cuánto tiempo deben trabajar las mujeres para igualar los ingresos anuales de los hombres”, explica el informe. En Bolivia, por ejemplo, las mujeres trabajarían sin salario hasta el 21 de febrero, mientras que en Paraguay lo harían "gratis" hasta el 9 de abril.
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Aún cuando se controlan factores como educación, edad y ocupación, el hecho de ser mujer sigue implicando una menor remuneración por hora trabajada
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En el caso uruguayo, los datos provienen de la Encuesta Continua de Hogares 2023, y muestran una estabilidad en la brecha respecto al año anterior. Sin embargo, el 16% actual representa un leve aumento respecto al 15% registrado en 2019, lo que sugiere un estancamiento en la reducción de esta disparidad, según indicó CPA Ferrere.
La brecha es estadísticamente significativa en los tres países analizados, según indicó la consultora y remarcó que se trata de un fenómeno estructural que no se explica únicamente por diferencias en formación o experiencia laboral.
Es decir, aun cuando se controlan factores como educación, edad y ocupación, el hecho de ser mujer sigue implicando una menor remuneración por hora trabajada.
La persistencia de esta inequidad plantea un desafío urgente para los sectores público y privado, de acuerdo con CPA Ferrere. “Reducir la brecha salarial no es solo una cuestión de justicia, sino también de eficiencia económica”, señalaron desde la consultora.