El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un informe en el que analizó la regla fiscal de Uruguay y planteó mejoras para robustecer el marco vigente y alinearlo con las mejores prácticas internacionales. Si no avanza en esas mejoras, el organismo advirtió que la percepción positiva que tienen los inversores globales y las instituciones sobre Uruguay puede detenerse o revertirse.
Esta semana, la institucionalidad fiscal formó parte del debate público luego de que el Consejo Fiscal Asesor (CFA) —creado por ley y convocado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)— publicara su informe correspondiente a 2024 en el que realizó valoraciones sobre los resultados de las cuentas públicas y también analizó la aplicación de la regla fiscal en este período de gobierno. En ese informe, el CFA señaló que el MEF incumplió las metas fiscales que se había propuesto, por lo que constituyó "una señal de preocupación" y también afirmó que la política fiscal del gobierno “evidenció mayor rigidez y menor capacidad de reacción en año electoral”
Tras ese informe, este lunes el MEF respondió a las observaciones realizadas por los tres economistas integrantes del CFA: Alfonso Capurro, Ana Fostel y Jorge Roldós; y dijo que "se necesita (un) enfoque más realista y pragmático" en "críticas o recomendaciones de política económica". Desde la cartera liderada por Azucena Arbeleche argumentaron que el recorte de gasto necesario para compensar la caída de la recaudación, hubiera “afectado servicios esenciales del Estado” y que “se incumplieran compromisos legales asumidos”.
Las propuestas de mejora del BID
Entre las principales sugerencias, el organismo planteó la conveniencia de que el próximo gobierno uruguayo estime y explicite un nivel prudente de deuda como ancla fiscal de mediano plazo. Esto permitiría, según el reporte, "asegurar que las finanzas públicas operen en un marco que resguarde la sostenibilidad fiscal", con beneficios como: mayor estabilidad y resguardo del gasto público; menores costos de financiamiento para el Estado, personas y empresas; y a la larga, un mayor crecimiento económico.
También propuso establecer explícitamente que las metas del balance estructural y de los otros pilares de la regla fiscal sean consistentes con el nivel prudente de deuda que se estime; así como definir las metas anuales de balance estructural y los otros pilares de la regla al comienzo de cada administración de gobierno.
De acuerdo con el BID, si bien la flexibilidad "es un atributo deseable en las reglas fiscales", recomendó que las modificaciones a esas metas fiscales se minimicen, de forma de "mejorar la credibilidad y efectividad de la política fiscal". En ese sentido, el organismo dijo que en Uruguay "es importante que la regla fiscal" este incorporada en una ley y que "cualquier modificación futura" mantenga ese rango legal.
"Es necesario reforzar este enfoque para que la autoridad tenga un mayor costo reputacional por no cumplir las metas e incentivar la adopción de medidas correctivas cuando existan desvíos", aseguró el BID y propuso que el Poder Ejecutivo emita un decreto en el que establezca el nivel prudente de deuda y las metas anuales, al inicio de cada período de gobierno.
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Reunión del Consejo Fiscal Asesor con las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas
Ministerio de Economía y Finanzas
En relación a la cláusula de escape de la regla fiscal, el documento del BID sugirió la incorporación de mecanismos de corrección posterior a su aplicación. Si bien remarcó la importancia de que la regla fiscal sea flexible para poder responder en caso de shocks, manifestó que esa tolerancia debe estar "bien definida en términos de su temporalidad, magnitud y mecanismos de corrección posterior", de forma de evitar que se haga un uso discrecional y excesivo de las excepciones.
Más autonomía y recursos para el CFA
El documento del BID destacó el "profesionalismo" del trabajo que hizo a lo largo de este período de gobierno el CFA "a pesar de no ser remunerado, no disponer de recursos propios y contar con un único profesional de apoyo (un secretario ejecutivo a tiempo parcial) para realizar sus estudios y publicaciones".
No obstante, recomendó fortalecer al CFA, dotarlo de autonomía mediante una ley y otorgarle recursos para que pueda cumplir mejor con sus funciones.
"El Consejo Fiscal de Uruguay carece de autonomía presupuestaria y tiene un equipo técnico extremadamente pequeño. Para que esta entidad pueda cumplir sus funciones con plena autonomía se requiere asignar un presupuesto anual que le permita, al menos, contar con un equipo de profesionales y remunerar a los consejeros", sugirió el BID.
Asimismo, se propuso mejorar el mecanismo de designación de los consejeros integrantes del CFA. Actualmente son nombrados directamente por el Poder Ejecutivo, lo que según el organismo multilateral "supone potencialmente un riesgo para la autonomía" del Consejo. Sobre ese punto, sugirió que las personas propuestas por el Ejecutivo sean ratificados por la Cámara de Senadores o que sean seleccionados por el MEF a través de "un proceso abierto y competitivo, con el propósito de reducir los riesgos de sesgos políticos en su nominación".
Por otro lado, el documento planteó la posibilidad de que el CFA realice una rendición de cuentas frente al Parlamento uruguayo dos veces al año, de forma de que los legisladores conozcan en detalle la situación fiscal, que sea el CFA "quien presente los análisis de riesgos" y que esto "coincida con las fechas clave para la toma de decisiones en materia de finanzas públicas".
Fortalecer las proyecciones macro: las sugerencias para el MEF
En relación a las mejoras a realizar por parte del MEF, el BID señaló que la cartera debería "avanzar en el análisis y gestión de riesgos fiscales y publicar informes sobre ellos". Sobre este punto, dijo que "es estratégicamente relevante que los riesgos para las finanzas públicas sean revelados, analizados y gestionados".
Asimismo, el organismo multilateral consideró necesario fortalecer el equipo técnico y de capacidades analíticas del MEF, de forma de poder realizar "proyecciones macrofiscales robustas, realistas, sustentadas en modelos".
Para el BID, tener proyecciones macro precisas "es clave para el adecuado funcionamiento y la efectividad de las reglas fiscales" y dijo que a nivel internacional, "en ocasiones, los incumplimientos de las reglas se relacionan con que las proyecciones macrofiscales utilizadas para elaborar los presupuestos nacionales se alejan de la realidad. Por ejemplo, son muy optimistas en cuanto a los ingresos fiscales".
Por otro lado, el BID también sugirió que la información que el CFA le solicite al MEF quede disponible para el público en general, luego de que la información sea remitida al Consejo, salvo aquellas excepciones en que las autoridades entiendan que se trata de información reservada.