Los trabajadores del frigorífico Breeders & Packers Uruguay (BPU), propiedad del Grupo Minerva y ubicado en Durazno, acordaron con la empresa un nuevo convenio colectivo que incluye una rebaja salarial para los empleados de salarios más altos.
Desde agosto del año pasado, la empresa estaba sin actividad y en octubre había anunciado el envío de 800 trabajadores al seguro de paro. El conflicto con el sindicato se había agravado el año pasado cuando la empresa propuso una rebaja salarial del 30%, algo que fue descartado por los trabajadores.
Según detalló Martín Cardozo, presidente de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (Foica) a El Observador, si bien el acuerdo no está cerrado formalmente, en líneas generales, lo que se resolvió fue una rebaja salarial a unos 590 trabajadores de salarios más altos, de los cuales 550 están afiliados al sindicato.
También se acordó que la empresa dará una partida de US$ 250.000 a los trabajadores sindicalizados por concepto de indemnización a causa de la rebaja salarial. El convenio será por dos años.
Desde la Foica explicaron que esa partida será distribuida entre todos los trabajadores que tengan pérdida salarial y se hará de manera proporcional a la caída de ingresos que registren.
“A la empresa le salió redonda, van a terminar pagando US$ 250.000 cuando en realidad la indemnización que les correspondía (abonar) por la rebaja salarial de los 550 trabajadores afiliados rondaba el US$ 1 millón y medio. Al final serán alrededor de $ 15.000 para cada uno”, criticó Cardozo.
En relación a la rebaja salarial acordada, el presidente de la Foica dijo que la reducción varía según la realidad individual de cada trabajador pero que en el peor de los casos, algunos empleados resignaron entre $ 20.000 y $ 30.000.
Los 800 trabajadores que habían sido enviados al seguro de paro el año pasado volverán a las actividades en los primeros días del mes de marzo, según la fecha anunciada por BPU.
Si bien el presidente de la Foica reconoció que algunos trabajadores de BPU recibían un salario y beneficios que "estaban de la media para arriba", según Cardozo la decisión a la que arribaron los trabajadores y la empresa fue “dura” e “injusta” y cuestionó que la multinacional —propietaria de otras tres plantas en el país, PUL, Frigorífico Carrasco y Frigorífico Canelones— usa el subsidio de desempleo “como mecanismo para negociar” convenios colectivos.
“Si los trabajadores no quieren acceder a sus planteos laborales, los manda al seguro de paro, mientras sigue operando con sus otras plantas y cuando aumenta la demanda trata de negociar de nuevo. Es una estrategia empresarial”, criticó Cardozo.
En relación al conflicto de Foica por la negociación salarial, Cardozo dijo que la federación tendrá plenario mañana, allí resolverán cómo seguir y no descartan retomar las medidas gremiales.