El encuentro entre Santiago Peña y Yamandú Orsi sirvió para que el presidente uruguayo se interiorizara sobre un proyecto privado que realizan inversores paraguayos en su país. La iniciativa es la construcción de una planta de celulosa y la intención es que el producto utilice puertos locales como salida al mar.
La idea comenzó a gestarse hace algunos años y fue a partir del acuerdo entre empresarios paraguayos y un consorcio de compañías con sede en Suecia. El grupo guaraní Zapag se dedica a la importación y distribución de combustibles, mientras que Girindus tiene experiencia en el desarrollo en la cadena productiva de la celulosa.
De esa unión surgió Paracel: una planta de producción de hasta 1,8 millones de toneladas de celulosa al año que se instalará en la zona de Concepción. Según la agencia de información estatal IP Paraguay, la compañía ya tiene planificado plantar eucalipto para industrialización en 22.000 hectáreas.
“Es un proyecto muy grande en Paraguay, de US$ 4.000 millones que está avanzando y que tiene como su salida logística a Uruguay, en el área de Soriano”, dijo Peña este domingo luego de reunirse con Orsi; la ministra de Transporte, Lucía Etcheverry y el canciller Mario Lubetkin.
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Reunión entre los presidentes Yamandú Orsi y Santiago Peña
Presidencia
“La salida de Paraguay al océano es por el Río de la Plata y los puertos de Uruguay están cada vez más conectados con la logística de Paraguay”, añadió el mandatario.
Actualmente, una buena parte de las exportaciones de ese país transita por la hidrovía hasta Montevideo para luego ser reembarcada hasta su destino final.
Peña comentó que el presidente uruguayo mostró predisposición para interiorizarse sobre los detalles del proyecto. “Esto va a ser una inversión en Uruguay, que también tendrá un beneficio enorme”, resumió.
El proyecto portuario, presentado al anterior Poder Ejecutivo, señala una inversión prevista de US$ 150 millones y refiere a una terminal multipropósito que recibirá celulosa y biocombustibles.
La celulosa será producida por Paracel y exportada hacia Estados Unidos, Europa y Asia. A su vez, los combustibles renovables serán de Omega Green, estimándose un movimiento de 900.000 metros cúbicos por año que llegarían a la terminal para luego enviarse a Estados Unidos y Europa.
El documento indica que la terminal multipropósito generará nuevas fuentes de trabajo y desarrollo de infraestructura para la zona.
Añade que permitirá posicionar a Uruguay como un punto pivot de entrada y salida de la región facilitando a los países mediterráneos el acceso a mercados internacionales por vía marítima-fluvial, complementando el sistema portuario existente en la zona de Nueva Palmira.
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El puerto de Nueva Palmira
Camilo dos Santos
“Tenemos el gran anhelo de ir mejorando la navegabilidad en la hidrovía y que eso ayude a los dos países”, dijo Peña tras el encuentro con Orsi.
El proyecto explica que la pasta de celulosa arribará a la terminal en barcazas fluviales, proveniente de Paraguay, en fardos de 2 toneladas. Los biocombustibles llegarán al puerto en convoyes de nueve barcazas de 3.000 metros cúbicos cada una.
El área elegida para la iniciativa prevé la instalación de una terminal para acopio de celulosa de 30.000 metros cuadrados con y otra para combustibles con capacidad de almacenar, en una primera etapa, 79.000 metros cúbicos. Los inversores manejan la posibilidad de ampliación en una superficie de 30.625 metros cuadrados para cargas contenerizadas, estacionamientos y edificios para operaciones logísticas.
La estimación es que las obras tengan una duración de 22 meses y generen más de 400 puestos de trabajo. La mano de obra elegida será calificada. Cuando la terminal ya esté en funcionamiento, las operaciones se efectuarán de manera continua durante las 24 horas.
El año pasado, el Ministerio de Transporte otorgó a Woil S.A. (empresa del Grupo Zapag, encargada de la presentación del proyecto) la concesión para la construcción y explotación de la terminal portuaria a construirse en el paraje Playa Agraciada, en Soriano.
El plazo de la concesión fue de 50 años –previa aprobación de los proyectos de obra- y comprendió también a todas las actividades portuarias que resulten necesarias para la construcción.
Peña expresó el domingo que el proyecto aguarda por permisos que deben aprobarse en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), integrada por delegaciones de Uruguay y Argentina. “Entiendo que se está cumpliendo todos los procedimientos y trámites”, concluyó el presidente.