Pocos meses después de que asuma el nuevo gobierno en Uruguay, comenzará a procesarse una nueva ronda de negociación salarial que incluirá al grueso de los trabajadores del sector privado, y también habrá ámbitos similares en el sector público.
Aunque falta tiempo, en el PIT-CNT aspiran a que en esas instancias se tomen en cuenta algunos cambios que están ocurriendo en el mundo del trabajo, vinculadas con nuevas modalidades de realizar y organizar el trabajo, así como con nuevas formas de contratación.
Por ejemplo, en la central sindical advierten que en Uruguay ha crecido la contratación de trabajadores independientes o por cuenta propia –unipersonales, contratos de arrendamiento de servicio y trabajadores de plataformas digitales–, donde “en muchos casos” se “encubren” o “disfrazan” relaciones de dependencia.
Sobre ese punto, señalan que muchas veces el trabajador no participa en la fijación de las condiciones de trabajo o de sus ingresos, sino que eso depende enteramente de la voluntad del empleador.
Para la central sindical, es necesario que esas modalidades de trabajo independientes tengan el derecho a la negociación colectiva, al igual que ocurre con los asalariados dependientes (70% de ocupados).
“Estas formas de contratación de trabajadores, que hoy quizás no tienen un peso tan elevado cuantitativamente en el total, son crecientes en el tiempo, y muchas veces están caminando a ir sustituyendo el trabajo dependiente”, afirmó el martes la economista Alejandra Pico, durante un evento organizado por el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT.
“Los trabajadores de las plataformas (digitales) son en general el caso más emblemático, porque es un caso muy claro de precarización de las condiciones de trabajo. Hay que pensar cómo abarcarlos, porque los ámbitos de negociación colectiva son los que permiten discutir sobre sus condiciones salariales y de trabajo”, añadió.
El Instituto Cuesta Duarte presentó el martes pasado un primer documento sobre el tema que se empezará a debatir en los sindicatos, y luego en el congreso del PIT-CNT programado para mayo de 2025. También se aspira a que este y otros puntos vinculados con la negociación colectiva sean contemplados en los próximos lineamientos salariales que de el gobierno. Esas pautas, una vez se definen, suelen guiar las negociaciones durante los cinco años de la administración.
Desafíos y “tensiones” del sistema de negociación colectiva
Para el PIT-CNT hay otra serie de desafíos que tiene el sistema de negociación colectiva del sector privado, que deben empezar a debatirse para “mejorar” y “ajustar” el sistema a las nuevas realidades laborales.
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“Atomización” de grupos y “solapamiento” de actividades
Uno de los puntos sugiere discutir la cantidad de grupos de negociación que existen y adecuarlos a la realidad productiva. Hoy hay 24 grupos madre de negociación en el sector privado que a su vez se abren en subgrupos y bandejas hasta completar unas 240 unidades de negociación.
“Esto parece un número elevado de unidades de negociación que genera complicaciones prácticas, en lo que tiene que ver con las convocatorias, con los plazos de negociación y además distorsiona uno de los efectos fundamentales que tiene la negociación por rama o más centralizada, que es la idea de poder disminuir las disparidades salariales a nivel de sector”, afirmó Pico.
Además, se considera que existe un “solapamiento” de actividades. Esto significa que hay empresas que están ubicadas en una determinada unidad de negociación, pero que también podrían estar en otra. Un informe del Ministerio de Trabajo revela, según la central sindical, que esto ocurre en 15 de los 24 grupos de negociación.
Otro de los factores sobre los que el documento del Cuesta Duarte puntualiza es la cantidad creciente de trabajadores que están ubicados en subgrupos residuales, que es donde se ubican las empresas que no encajan en ninguno de los subgrupos que están vigentes. Esa situación alcanza aproximadamente al 11% de los trabajadores y ocurre en 9 de los 24 grupos de actividad. En estos subgrupos residuales solamente se fijan mínimos y actualizaciones salariales.
El PIT-CNT también plantea la necesidad de pensar la negociación por cadena productiva en algunos sectores donde todos sus eslabones se desarrollan en el país. Por ejemplo, el sector lácteo.
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Fomento y promoción de la negociación por empresa
Por otro lado, se considera necesario el fomento y promoción de la negociación por empresa, no para sustituir la negociación por sector de actividad, pero sí de manera complementaria. Esto se considera “clave” en momentos de fuerte incorporación tecnológica y cambios internos en la organización del trabajo.
También se entiende necesario que la negociación colectiva promueva la incorporación de cláusulas no salariales o de condiciones de trabajo, porque se considera que en las últimas rondas han pasado a ocupar un lugar secundario en los ámbitos de discusión.
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Libertad sindical y categorías "obsoletas"
Otro punto hace referencia a “¿cómo resolver algunos aspectos centrales del trabajo cuando los mismos no alcanzan acuerdo en el marco de la negociación colectiva?
Uno de ellos tiene que ver con el uso de la licencia sindical. Esto se realiza en los sectores de actividad por acuerdo de partes, pero cuando no hay acuerdo para su reglamentación no se puede usufructuar.
Otro punto refiere a las categorías laborales, que en muchos casos “están obsoletas” y “tienen consecuencias sobre las dinámicas laborales y sobre los ingresos de los trabajadores”. El PIT-CNT menciona que incluso habiendo estudios y análisis acerca de la necesidad de adecuar categorías, en muchos grupos de actividad “ha sido difícil avanzar y encontrar acuerdos para modificarlas”.
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Lineamientos y sofisticación de la negociación salarial
Además, se considera que los contenidos de la negociación salarial han estado “muy ceñidos” a los lineamientos que presenta el Poder Ejecutivo, que a su vez “suelen ser bastante rígidos”.
A esos lineamientos salariales “les ha sido muy difícil” incorporar distintas variables de desempeño sectorial, “limitando su potencial distributivo”, dice la central.
“Se debe sofisticar la negociación y pensar en nuevos indicadores para incorporar. Un primer requisito es la necesidad de un mayor flujo de información entre las partes. Además, el Estado debe encontrar mecanismos para generar fuentes de información sectorial que puedan dar apoyo”, sostuvo la economista Pico.
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Dificultades para la negociación colectiva del sector público
En el sector público se considera que la estructura normativa del Estado y la “rigidez” del sistema presupuestario dificultan la incorporación de demandas de los trabajadores. Además, se afirma que la ausencia de tripartismo obliga a alcanzar consenso con “asimetría de poder en la negociación, limitando el margen de los sindicatos”.