En el transcurso del segundo semestre del año el gobierno optó por mantener o reducir las tarifas de la nafta y el gasoil cuando llegó el momento de realizar las actualizaciones mensuales de acuerdo a la normativa vigente.
La ausencia de fluctuaciones significativas en los valores de referencia internacional de esos productos le permitieron ir “calibrando” los precios, atendiendo el impacto sobre la actividad económica y sobre las finanzas de Ancap, según han marcado las autoridades.
Entre enero y octubre Ancap había resignado unos US$ 7 millones en nafta y gasoil, como diferencia entre el ingreso real a partir de los precios fijado por el Poder Ejecutivo y los precios teórico definidos por la metodología de Precio Paridad de Importación (PPI), de Ursea.
Para el caso del supergás envasado hay algunas diferencias. Su precio de comercialización al público está congelado desde marzo, fecha en que subió por última vez.
Esto aun cuando el PPI encadena desde julio cinco meses consecutivos al alza en el mercado de referencia (Mont Belvieu, Texas, EEUU), de acuerdo con los datos oficiales que publica Ursea.
Brecha en precio de supergás envasado vuelve a crecer
La mayoría de la población paga hoy $ 80,75 el kilo de supergás. Esto se traduce en que la garrafa de 13 kg tiene un costo de $ 1.050 (sin envío). Este producto está subsidiado y tiene un precio muy inferior respecto al PPI .
La brecha de precio entre el ingreso que percibía Ancap y el PPI llegó a reducirse alrededor de 70% en junio de 2024 respecto a dos años atrás, y con ello había quedado más cerca de su costo efectivo.
La serie histórica muestra que en junio de 2022 la diferencia era de $ 35,4 por kilo, y se había achicado hasta ser de $ 11 en igual mes de este año.
Sin embargo, en la medida que el precio de importación registra una tendencia al alza y la tarifa local que ya venía desfasada no ha tenido actualizaciones por decisión del Poder Ejecutivo, la brecha comenzó a ampliarse nuevamente.
Las últimas cifras oficiales muestran que la diferencia entre el PPI y el ingreso que percibe Ancap fue de $ 13,76 en julio, $ 17,67 en agosto, $ 18,06 en setiembre, $19,31 en octubre, y trepó a $ 22,06 por kilo en noviembre.
Si la tarifa se acompasara con la metodología basada en PPI, el precio del supergás estaría algo por encima de $ 100 y la garrafa de 13 kg tendría un precio máximo de venta de unos $ 1.330, 25% más cara de lo que es hoy. Esto incluyendo los impuestos, y los márgenes de distribución y envasado que están vigentes en la estructura tarifaria actual.
Entre enero y octubre Ancap había resignado ingresos en supergás por US$ 34 millones, de acuerdo a cifras oficiales.
Esta cifra no incluye el subsidio focalizado a la población vulnerable que accede al producto con descuento de 50% como se ha dado cuenta otras notas.
Tarifas de combustibles en noviembre
Para noviembre las autoridades resolvieron sostener sin cambios los precios de los principales combustibles, pese a que los valores de paridad de importación variaron levemente al alza durante el mes previo.
La nafta Súper 95 se mantiene a $75,04 el litro, como precio máximo de venta al público. Mientras que el gasoil 50S seguirá en un precio máximo de venta al público de $49,92 el litro.
De esa manera, los precios de venta de los dos productos quedaron nuevamente por debajo de la referencia internacional (-$ 0,37 en nafta y -$ 0,34 en gasoil). En setiembre y octubre habían estado levemente por encima de la referencia de importación.