Si bien algunas de propuestas laborales de los principales candidatos para las elecciones nacionales tienen puntos de coincidencia hay otras que apuntan a fortalecer la posición de una de las partes intervinientes en el mundo del trabajo. En el conjunto de las ideas aparece la promoción del empleo juvenil, la reducción de la jornada laboral, la prevención de conflictos y la posibilidad de descuelgue de los acuerdos salariales.
El mayor punto de contacto entre los candidatos Yamandú Orsi (Frente Amplio), Álvaro Delgado (Partido Nacional) y Andrés Ojeda (Partido Colorado) es en la generación de empleo para jóvenes.
La campaña del frenteamplista plantea impulsar políticas de empleo juvenil para “revertir las desigualdades” del mercado de trabajo, especialmente las que se generan en la primera experiencia laboral, según explicó un informe elaborado por la consultora Advice.
En el caso de Delgado, la propuesta apunta a continuar mejorando la ley de promoción de empleo juvenil en sus distintas modalidades de contratación. Ojeda propone flexibilizar la normativa de contratación de jóvenes con tiempos de capacitación y evaluación mayores a los tres meses.
Fuera de ese tema en común, la recopilación de la consultora destaca de la plataforma de Orsi la idea de implementar políticas de equidad de género en el trabajo, enfocadas en la reducción de la brecha salarial, el desempleo y la informalidad. Añade que se debe “estimular la inclusión de mujeres y disidencias” en lugares de liderazgo y toma de decisiones.
Otra propuesta busca promover un marco regulatorio más exigente para el trabajo tercerizado en empresas públicas y servicios del Estado. El objetivo es impedir su expansión y propiciar su eliminación gradual.
La reducción es la jornada laboral es otro de los puntos fuertes de la plataforma electoral de izquierda. Allí señala la necesidad de incluirla en sectores productivos, comerciales y de servicios estratégicos para mejorar la productividad. La jornada deberá tener un máximo de ocho horas diarias y 40 semanales sin reducción salarial.
La campaña de Delgado establece continuar disminuyendo la informalidad con un fortalecimiento de los sistemas de control y mejoras en los incentivos para el ingreso al trabajo registrado.
Uno tema de coincidencia con Ojeda es en los descuelgues salariales. El candidato del Partido Nacional quiere afinar los mecanismos en la negociación colectiva para “atender las heterogeneidades” de cada grupo de actividad en los Consejos de Salarios, incluyendo zonas geográficas y niveles de productividad. En este aspecto, el colorado marca que los descuelgues son necesarios para que la negociación salarial se ajuste a las particularidades de las empresas.
Delgado pretende identificar sectores donde se puedan producir problemas de empleo por impactos tecnológicos y elaborar programas de capacitación para trabajadores, con exoneraciones tributarias para empleadores.
También buscará activar dispositivos de orientación vocacional a partir del 2º ciclo que “faciliten y potencien que los niños y adolescentes se conviertan en protagonistas de sus propios procesos de desarrollo personal”.
Ojeda quiere establecer protocolos de prevención y resolución pacífica de conflictos laborales, con procedimientos escalonados que “deban agotarse antes de recurrir a la huelga”. También propone avanzar en la definición de nuevas categorías laborales y dejar atrás definiciones anticuadas y restrictivas.
Una parte de la propuesta colorada incluye la reducción de la jornada laboral. Propone flexibilizar el régimen típico de ocho horas al día, permitiendo la compensación y una “semana comprimida” que admita un mayor número de horas diarias trabajadas en menos días de la semana.
Ojeda también quiere promover programas de reconversión laboral entendiendo que los cambios tecnológicos y la inteligencia artificial presentan “nuevos desafíos en la formación actual y futura del país”.
Por qué no se avanzó con los descuelgues salariales
La posibilidad de descolgarse de los convenios colectivos en los Consejos de Salarios fue uno de los temas laborales que intentó impulsar el actual gobierno.
Cuando Pablo Mieres asumió como ministro de Trabajo anunció la creación de un protocolo para definir la flexibilidad frente a los laudos de los Consejos de Salarios y lo mencionó como imprescindible para conseguir que empresas y empleados más débiles pudieran mantener su actividad y puestos de trabajo.
Sin embargo, más allá del anuncio, no se logró avanzar en el tema.
El principal obstáculo es que para establecer los descuelgues no solamente se necesitan acuerdos tripartitos, sino también ámbitos técnicos que analicen la documentación que se presente y que ofrezcan garantías, tanto a las empresas que se quieren descolgar como a los trabajadores involucrados.
Otro impedimento fue que la posibilidad no figura expresamente en la Ley de Negociación Colectiva, ni tampoco existe un protocolo para resolver de manera acordada que una empresa pueda guiarse por pautas salariales diferentes al resto.
