La planta de cal de Cementos del Plata -subsidiaria de Ancap- ubicada a 25 kilómetros de Treinta y Tres exportó a Brasil durante los últimos 14 años.
En el municipio de Candiota está su único gran cliente, la Central Termoeléctrica de Candiota que funciona a carbón, hacia donde se vendió casi la totalidad de la producción de cal en estos años. La cal viva se utiliza en la desulfuración de gases de combustión.
En 2020 y luego de una reñida licitación, con apelaciones de por medio, Ancap había logrado cerrar un segundo contrato que estuvo vigente hasta el pasado 31 de diciembre. El acuerdo con la Compañía de Generación Térmica de Energía Eléctrica (CGT Eletrosul) incluía unas 15.000 toneladas por mes, y condiciones de precios inferiores a las que se habían conseguido en los 10 años anteriores.
En los últimos cuatro años, ese contrato había permitido mantener a flote un emprendimiento que ha sido cuestionado desde sus inicios que se remontan al segundo gobierno del Frente Amplio, y en el que se invirtieron en el orden de US$ 140 millones.
Extensión de contrato, pero sin operación
Ambar Energía, uno de los grupos más grandes de Brasil dedicados a la generación y comercialización de energía, compró en setiembre de 2023 el complejo de Candiota a CGT Eletrosul. Ese negocio había incluido la sesión del contrato de suministro de cal.
Durante los últimos meses de 2024, Ancap inició negociaciones con Ambar Energía con el objetivo de prorrogar el contrato y poder continuar con la operación. Luego de las conversaciones entre las partes, se acordó una extensión por el lapso de ocho meses, pero hasta la fecha no se pudo ejecutar.
Según se explicó a El Observador, el presidente de Brasil, Lula Da Silva, vetó en enero una ley que entre sus artículos incluía varios vinculados con temas de transición energética, y que alcanzan a actividades del mercado eléctrico, y por ende, del grupo Ambar Energía.
Entre los vetos parciales al proyecto de ley 576/2021 está la obligación de contratar termoeléctricas a carbón, algo que no sería compatible con compromisos asumidos por el país en materia ambiental, según medios brasileños.
“No podemos operar por un tema legislativo de Brasil. (…) Estamos trancados por una situación externa a Ancap y dependemos de una decisión de Brasil”, dijo a El Observador el vicepresidente de la empresa, Diego Durand.
Planta de cal con operativa disminuida y seguros de paro
La explotación del yacimiento de cal ubicado en Cerro Méndez pertenece a Ancap y el proceso industrial, de extracción y de venta es de Cementos del Plata. La calera emplea a unas 60 personas.
La imposibilidad de poder continuar vendiendo producción determina que alrededor del 25% de la plantilla esté en seguro de paro. Otro parte está licenciada, mientras que otro grupo sigue en funciones para mantener la operación mínima en la planta industrial que hoy se reduce a algunos subproductos.
Ahora el Congreso de Brasil debe decidir si mantiene o revoca los vetos sobre la ley mencionada. En caso de mantenerse, se requeriría de una nueva redacción de la ley en la que quedarían comprendidos aspectos que alcanzan a las actividades de Ambar Energía.
Con ello, el futuro para la producción de cal hoy vuelve a estar rodeado por la incertidumbre.
Otras fuentes consultadas por El Observador mencionaron que esta usina fue poco utilizada el año pasado por el sistema eléctrico brasileño y en los meses que operó, no llegó a comprar la cantidad de cal que se había comprometido y que Cementos del Plata como productor debía asegurar por contrato. Al ser una usina a carbón habitualmente no es prioridad para el sistema, por costos de generación y por temas de contaminación ambiental.
En el último tiempo se comenzó a explorar el desarrollo de la cal agrícola en Uruguay como una alternativa de futuro para la producción de la planta de Treinta y Tres.