En una conversación con El Observador, Daniel Álvarez, director general del colegio y Alejandra Valentín, coordinadora general de Pastoral, compartieron su visión y los cambios que han transformado esta institución educativa, con más de 135 años de historia. La conversación se centró en el equilibrio entre tradición e innovación, y en cómo la escuela se adapta a las necesidades actuales de los estudiantes y sus familias.
La dualidad de tradición e innovación es un pilar fundamental para la institución. "Es bastante difícil lograr mantener viva una tradición que tiene que ver con valores, especialmente en momentos post-culturales", explicó Álvarez. “El colegio se fundamenta en tres pilares: el hogar, el templo y el taller, buscando cultivar un ambiente donde se respire familiaridad y celebración cotidiana”, mencionó Valentín.
En cuanto a las mejoras en la educación, el director anunció cambios significativos en el diseño curricular. "Estamos haciendo un cambio en secundaria desde hace varios años, respondiendo a las necesidades de los estudiantes y docentes", dijo el director general. El horario ampliado para educación inicial y primaria, de 8:00 a 15:30, permitirá profundizar en áreas como la formación cristiana y el aprendizaje de una segunda lengua.
"El fortalecimiento del inglés y el deporte es esencial para el desarrollo de competencias interpersonales", añadió, enfatizando la importancia de preparar a los estudiantes para los desafíos actuales, especialmente tras el impacto de la pandemia en lo social y psicológico.
El colegio también está en proceso de construcción de un segundo comedor, que servirá como un espacio multipropósito. "Nuestro objetivo es universalizar los espacios de formación que antes estaban restringidos, permitiendo a todos los estudiantes acceder a oportunidades educativas equitativas", señaló la coordinadora general de Pastoral. “Tenemos la infraestructura para hacerlo”, destacó.
La tecnología juega un papel crucial en la educación moderna, y el colegio incorporó Google Education, proporcionando a los estudiantes Chromebook a partir de cuarto de primaria. "Trabajamos con un coordinador de tecnologías para incluir la tecnología en la práctica pedagógica", explicó Álvarez. Además, se están ofreciendo capacitaciones continuas a los docentes para asegurar un uso efectivo de estas herramientas.
"Las instituciones educativas deben adaptarse e incorporar el uso de la inteligencia artificial", afirmó. Señaló que, si bien la tecnología puede proporcionar respuestas, es esencial enseñar a los estudiantes a discernir la confiabilidad de la información.
Con una clara visión hacia el 2025, los responsables del colegio están comprometidos con transformar la institución sin que esto implique un impacto económico significativo para las familias. "Es importante encontrar un equilibrio razonable entre lo que se brinda como servicio y lo que implica de inversión para las familias", concluyó el director.
La Sagrada Familia se presenta como un ejemplo de cómo una institución educativa puede honrar su rica tradición mientras se adapta a los desafíos del futuro, siempre con un fuerte compromiso con los valores nazarenos y la formación integral de sus estudiantes.
