En imágenes: Chigualo, la tradición de la costa de Ecuador con la que el pueblo afro despidió a "los 4 de Guayaquil"
Los vecinos de los 4 niños asesinados en Guayaquil despidieron a los menores con un chigualo, una ceremonia fúnebre tradicional entre el pueblo afro de las costas de Ecuador.
10 de enero 2025 - 11:29hs
El chigualo es una ceremonia fúnebre tradicional entre el pueblo afro de la costa ecuatoriana para despedir a niños fallecidos. Blanca Moncada Pesantes
"¿Dónde están los niños, Tilín Tilín? ¿Quién se los ha llevado?".
Entre coros, percusiones de madera e instrumentos de cuerda afroecuatorianos, el pueblo afro despidió a Josué, Ismael, Nehemías Saúl y Steven, conocidas como "los cuatro de Guayaquil", con una ceremonia fúnebre tradicional de las costas de Ecuador: el chigualo.
Los cuatro niños desaparecieron el 8 de diciembre y fueron hallados asesinados el 24 de ese mes.
Sus restos, reconocidos en pleno fin de año, el 31 de diciembre, dejaron al país sumido en la consternación, pues detrás de las investigaciones hay 16 militares investigados por desaparición forzada. Sus familias encabezaron el chigualo.
El pueblo afroecuatoriano organizó esta cita este miércoles junto a varios colectivos civiles y culturales que apoyan a los familiares de los cuatro jóvenes desde que se conoció el caso.
Uriel Castillo Nazareno, coordinador del Movimiento Afro Nacional Ecuatoriano (MANE), explicó a BBC Mundo que la convocatoria tuvo como objetivo la reflexión:
"Los niños no deben morir. Esta cita cultural deja en manifiesto nuestra mayor lucha contra el racismo y lo hacemos, a la vez, a través de nuestra cultura. Es un regalo para Ecuador".
Chigualo: clamor de justicia y rescate cultural antirracista
La caminata avanzó a modo de procesión. Rosas blancas, velas encendidas, gigantografías de los niños y carteles con mensajes como "¿Por qué?" o "Duele Ecuador" acompañaron la caída de la noche y el arrullo: el cántico que sonó durante todo el chigualo.
Un chigualo no se realiza siempre.
Es una cita para el luto, explica a BBC Mundo Guillermo Leones, líder de la ONG Pueblo Negro del Ecuador: "Es un ritual significativo en la cultura afroecuatoriana. Se organiza para despedir a los niños que han fallecido y se caracteriza por su mezcla de música, canto y danza".
Pero este chigualo tuvo también una carga de resistencia. "No nos olvidamos de los 4 de Guayaquil. Y no nos olvidamos del racismo impregnado en este caso y en todos los que involucran ataques contra negros inocentes. No vamos a parar. Queremos verdad, justicia, sanción, reparación y no repetición", explicó.
María Nazareno, de la ONG de danza negra Orisha, dice que el caso de los 4 de Guayaquil "fue la gota que derramó el vaso" y que el chigualo también pretende que el gobierno entienda que "el pueblo afro tiene derechos".
No hay momento en la historia reciente donde haya habido tanta fuerza negra en resistencia, reconoce Cecilia Sánchez, activista por la no violencia.
"Los 4 de Guayaquil han hecho posible un rescate cultural importante. Nos han unido como pueblo. Ellos, que deberían estar ahora mismo jugando fútbol, como lo hacían, han hecho que volvamos a hablar de la indignación que causan los estereotipos".
Los pasos de los 4 de Guayaquil
El chigualo se realizó al final de la tarde. Los organizadores decidieron recorrer los últimos pasos de los niños en Las Malvinas, un barrio empobrecido del sur de Guayaquil rodeado de esteros, donde jugar a la pelota por las tardes es toda una tradición.
Desde las casas de los niños hasta las canchas donde jugaron por última vez hay exactamente 10 minutos a pie. De allí a la avenida donde fueron captados por el Ejército la noche del 8 de diciembre de 2024, hay media hora.
Luis Arroyo, padre de Josué e Ismael, acompañado de su esposa y su hija de 9 años, fue el primero en arribar al lugar donde terminó el recorrido, sobre la avenida 25 de Julio, una concurrida ruta hacia el Puerto de Guayaquil, cercana a un centro comercial.
Se postró de rodillas ante el retrato de los niños y lloró. Lloró como si apenas se enterara de la muerte de sus hijos, junto a su esposa, acompañado de los arrullos que no dejaron de sonar en la voz del músico Carlos Valencia y otros artistas durante todo el recorrido.
La promesa
Uriel Castillo Nazareno, coordinador del Movimiento Afro Nacional Ecuatoriano (MANE), leyó un manifiesto en el que aseguró que el pueblo negro de Guayaquil se mantendrá vigilante: cada mes, cada 8, volverán con arrullos a recorrer el sur hasta que se haga justicia. Uno de los pedidos es que no se indulte a los militares involucrados. Otro, que cese el racismo.
El pueblo afro eligió la misma acera donde los niños fueron subidos al carro de los militares el 8 de diciembre, de acuerdo con un video viral, para el altar de los menores. Allí se colocaron los retratos, las velas, las flores y los carteles. Allí se cantó y se lloró de nuevo a los 4 de Guayaquil, hasta pasadas las 20:00.
"¿Dónde están los niños, Tilín Tilín? ¿Quién se los ha llevado?". La pregunta que no se deja de escuchar en Ecuador.
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