La Basílica de San Pedro cerró sus puertas a las 19 hora local de Roma poniendo fin a la incesante marea de peregrinos que alcanzó unas 250.000 personas que despidieron al papa Francisco desde el miércoles, y dar lugar a los preparativos para su funeral, en el que estarán presentes este sábado decenas de jefes de Estado, diez monarcas y unas 130 delegaciones de todos el mundo.
En una ceremonia privada, se procederá a sellar el ataúd con un rito que el propio Francisco cambió durante su pontificado.
El rito del sellado del féretro
A cargo de ese acto estará el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrel, el mismo que anunció la muerte del Pontífice el pasado lunes, y jefe del Estado Vaticano en funciones desde entonces. Estarán presentes autoridades de la Santa Sede y parientes de Jorge Bergoglio, según se anunció.
Antes de cerrar el féretro, que en esta ocasión fue de madera y zinc por dentro ya que Francisco eliminó la tradición papal de los tres cajones, se leerá el 'rogito', un acta que narrará la vida de Francisco, se hará una oración y luego se colocará un velo de seda sobre el rostro del Papa. Junto a su cuerpo, se pondrá una bolsa de monedas acuñadas durante su pontificado y el acta con vida y obra del jesuita.
Finalmente, se coloca la tapa de zinc del ataúd, sobre la cual se encuentran la cruz, el escudo del papa fallecido y la placa con su nombre, la duración de su vida y de su papado.
A las 10 horas de este sábado, será trasladado desde el interior de San Pedro al centro de la plaza recta, para dar lugar a la ceremonia que presidirá el decano del Consejo Cardenalicio, Giovanni Battista Ré, que tendrá a cargo la liturgia.
Estricto protocolo para la ubicación de reyes y jefes de Estado
Bajo estrictas medidas de seguridad y un afinado protocolo diplomático, las delegaciones internacionales ingresarán a través de los muros vaticanos por la Puerta del Perugino, donde aparcarán los vehículos para encaminarse a la plaza de San Pedro y entrar por una acceso lateral.
Allí serán recibidos por el prefecto de la Casa Pontificia Leonardo Sapienza, antes de que el personal del ceremonial pontificio los ubique de acuerdo a normas específicas que incluye sentar a los presidentes según el orden alfabético en francés, el lenguaje de la diplomacia.
Meloni y Milei en primera fila
Pero con algunas excepciones. Ya que el protocolo vaticano reserva la primera fila a las delegaciones italianas y en este caso de Argentina por el país natal del papa Francisco, por lo que encabezarán esa ceremonia el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni, junto al mandatario argentino Javier Milei.
Luego serán ubicados los reyes católicos, entre ellos los de España y Bélgica, y a continuación los reyes no católicos como Carlos Gustavo de Suecia y la Reina Silvia, y el Príncipe Guillermo de Inglaterra.
Tras ellos seguirán los jefes de Estado siguiendo el alfabeto francés, por lo que el de EEUU, Donald Trump, y de Francia, Emmanuel Macron, se ubicarían en la misma fila, lejos del ucraniano, Volodomir Zelenski.
En las primeras filas de los presidentes, destacarán los alemanes y austriacos, Frank Walter Steinmeier y Alexander van der Bellen, con sus homólogos albaneses Bajram Begaj y el angoleño João Manuel Gonçalves Lourenç.
También el presidente brasileño, Lula da Silva, junto a la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, y los jefes de Estado de Cabo Verde y Chipre, José Maria Pereira Neves y Nikos Christodoulides, así como el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Pobres y migrantes, en la despedida en San Pedro
Pero en la ceremonia en San Pedro, junto a los poderosos de todo el mundo estarán también un grupo de pobres y de migrantes, representando a colectivos que el papa argentino que falleció el lunes a los 88 años por un derrame cerebral, privilegió en su pontificado de poco más de 12 años.
Entre los migrantes, de quienes Francisco siempre se preocupó y pidió su acogida, estarán presentes algunos de los que la ONG Mediterránea salvó en el Mediterráneo como los refugiados que llegaron con el avión papal desde la isla griega de Lesbos.
Los símbolos presentes en el funeral
Un libro del Evangelio se colocará sobre el féretro del papa Francisco, el gesto simboliza el paso a la eternidad y el testimonio de fe que la persona vivió durante su vida.
El féretro estará sobre una gran alfombra y a su lado se ubicará "el cirio pascual”, que estará encendido y que representa la esperanza en la resurrección.
En el altar también se colocará la 'Salus Populi romani', el antiguo icono mariano de la basílica de Santa María la Mayor, de la que el papa era muy devoto y ante la que acudía siempre a rezar, también antes y después de cada viaje internacional, y por lo que eligió ser enterrado en este lugar.
El traslado del féretro a Santa María la Mayor
Una vez concluido el funeral, el féretro de Francisco será trasladado a el lugar que eligió como última morada, la basílica Santa María La Mayor, ubicada a poco más de 5 kilómetros de San Pedro, bajo estrictas medidas de seguridad pero permitiendo que quienes quieran puedan seguir ese recorrido.
Allí, según anunció el Vaticano, nuevamente un grupo de 40 desposeídos, migrantes y personas trans lo recibirá en la escalera de la basílica, donde finalmente será enterrado en una tumba "sencilla", "en tierra" y con una lápida con la única inscripción "FRANCISCUM", como el papa jesuita pidió en su testamento. Junto a la tumba habrá una reproducción en la pared de su cruz pectoral, en plata y con la imagen del Buen Pastor.