El Tribunal de Comercio Internacional de los Estados Unidos (CIT) fijó imponer un arancel del 28,55% a las exportaciones de torres eólicas fabricadas en España por Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE), así como por Windar Renovables (Windar) y varias de sus filiales.
Estos aranceles no tienen relación directa con los anuncios del presidente de EEUU, Donald Trump, que en los últimos días sacó de la galera tasas que afectan a diferentes sectores --como acero y aluminio-- y países --como China, Canadá y México--, pero se enmarcan en un escenario de "guerra comercial" que impuso el republicano.
De hecho, en el caso de estos aranceles a la industria eólica española, el Gobierno de Trump confirmó la investigación sobre esa área iniciada por su antecesor Joe Biden, reafirmando las acusaciones de 'dumping' a Siemens Gamesa, Windar y sus filiales.
La decisión que será publicada este martes en el Registro Federal, el BOE del país norteamericano, supone una reducción respecto al margen 'antidumping' del 73% establecido de manera preliminar en 2021 y contra el que reclamó Siemens Gamesa.
En este sentido, Siemens Gamesa impugnó la decisión preliminar alegando que la asignación por parte del Departamento de Comercio de la tasa del 73% "era ilegal".
Si bien en una primera determinación Comercio mantuvo su decisión preliminar de establecer un margen de dumping promedio ponderado estimado del 73%, en una segunda determinación concluyó que el margen de dumping promedio ponderado a fijar era del 28,55%.
Lo que dice la sentencia del CIT
De este modo, en la sentencia final dictada por el juez Timothy C. Stanceu, el tribunal confirma la decisión del Departamento de Comercio en esa segunda redeterminación que asigna un margen de dumping del 28,55% a la entidad compuesta por Siemens Gamesa, Windar y las subsidiarias manufactureras de Windar.
En opinión del juez, esta segunda redeterminación "remedió las deficiencias que el tribunal identificó en Siemens Gamesa I y Siemens Gamesa II" al tiempo que este rechaza los reclamos de que Siemens Gamesa no debería haber sido investigada, que se fusionó ilegalmente con Windar y las subsidiarias manufactureras de Windar y que el Departamento de Comercio determinó ilegalmente el precio de exportación reconstruido de la mercancía en cuestión.
FUENTE: EUROPA PRESS
