El papa Francisco yace en la Parroquia de Santa Marta. Y comienza el desfile de peregrinos hasta el sábado del funeral con los poderosos del planeta. Miles de fieles se concentran en la ciudad De la Iglesia Católica.
El Vaticano es ahora el epicentro del planeta.
Es la mañana del 22 de abril y hace apenas veinticuatro horas que el papa Francisco, el Papa argentino que lideró la Iglesia Católica durante doce años, ha dejado el mundo de los vivos.
Llegan peregrinos llegados desde todos lados hacia La Basílica de San Pedro, y se preparan los periodistas de Japón y de Ucrania, de México y de Australia, y claro está, de España y de la Argentina, el país en el que nació hace 88 años.
Todos llegan a esta ciudad estado, la más pequeña del mundo, en la que viven apenas 900 religiosos y diplomáticos concentrados en menos de medio kilómetro cuadrado.
Desde anoche, Francisco descansa en la Capilla de Santa Marta, discretamente, austeramente, como él lo quería y como lo dejó perfectamente claro en su testamento.
Mañaña miércoles, y también el jueves y el viernes, sus files podrán despedirlo en un cortejo que se va a convertir en un fenómeno global.
Y el sábado será el saludo final de los poderosos.
El del presidente estadounidense, Donald Trump y el del francés, Emmanuel Macron. El de Volodimir Zelenski y el del Rey Felipe VI de España.
Y el de Javier Milei, por supuesto, al Papa con el que cruzaba críticas feroces antes de ser presidente de Argentina y con el que se abrazó emocionado en la Basílica de San Pedro hace un año, durante la santificación de mama Antula.
Es martes y la despedida al papa Francisco comienza para dar inicio a un fenómeno global.
Estarán sus amigos, para el adiós de la tristeza. Y sus enemigos, para el final respetuoso.
El Vaticano es el centro del planeta.
Por unos días al menos, el espíritu le ganará la partida a las ecuaciones racionales de la política y los juegos de poder.
En dos semanas, comenzará la elección del reemplazante de Francisco y las intrigas volverán a hacerse dueñas del presente y del futuro del mundo.