De hecho, el Deutsche incluso cree que el euro puede caer por debajo de la paridad
Esto es algo que no sucede en el pasado reciente desde fines de agosto de 2022 (el 23 de septiembre tocó un piso de 0,96 por dólar).
Y en lo que se refiere a los inversores y sus expectativas, pareciera ser que apostar contra el euro en el mercado de opciones se convirtió en la alternativa preferida de los traders que buscan cubrirse de los escenarios que puede disparar la presidencia del siempre imprevisible Trump.
El mes pasado se volcaron 2.000 millones de euros en contratos que anticipan un euro a 1 dólar el año que viene, según la Depository Trust & Clearing Corporation.
paridad 2.png
Estas son las apuestas en el mercado de opciones durante los últimos 30 días. Reflejan la expectativa de precio para el euro el año que viene. Muchos se hicieron antes de las elecciones, con lo cual la idea de un euro descendiendo a la paridad ya estaba presente. Según datos de Bloomberg, esos contratos suponen u$s 2.000 millones.
Trump y sus tarifas serán un golpe para las exportaciones de la zona euro
Pero el mercado está bastante convencido de que Trump difícilmente se mueva de una de sus grandes promesas de campaña: hará del proteccionismo un pilar de su política económica.
La escala de su victoria lo confirma, con los republicanos a un paso del control de Washington. Lo que los medios llaman “Red Wave scenario” (por el color que identifica al partido) aumenta el riesgo de un descenso a la paridad.
Porque Trump no se detiene en escalar salvajemente la guerra comercial con China, con tarifas indiscriminadas del 60% a cuanto producto llegue de la tierra de Xi JinPing.
También tarifas de hasta el 20% para otros países, entre ellos, el bloque europeo. Un golpe que resentiría las exportaciones de muchas de sus grandes economías en momentos de inestabilidad política.
Los bancos difieren igual en los plazos. En Mizuho International, por ejemplo, estiman que tan pronto como marzo de 2025 el euro ya estaría cotizando en la zona de 1,01.
En ING, en cambio, creen que alcanzará la paridad recién a comienzos del 2026. Pero el banco holandés fue uno de los que dio el tijeretazo más despiadado a su pronóstico: antes era de 1,10.
Mientras tanto, el más pesimista es el Deutsche. “Si la agenda de Trump se implementa en su totalidad y en forma rápida sin que haya ningún tipo de respuesta de política por parte de Europa o China, vemos al euro quebrar la paridad hasta 0,95 o incluso por debajo”, asegura George Saravelos, que es el jefe global de research cambiario.
Una encuesta de Bloomberg entre analistas de varias entidades arrojó un promedio mucho menos alarmante de 1,08 para el año que viene, aunque con un deterioro marcado de las expectativas respecto a los pronósticos pre-electores que promediaban 1,13.
Incluso los bancos que no tocaron sus proyecciones, están recomendando a sus clientes vender sus euros. Es el caso de Goldman Sachs, que reconoce que ve el riesgo de que la moneda común cotice por debajo de la paridad si Trump avanza con tarifas a nivel global y recortes impositivos en EE.UU.
Similar es la postura de JPMorgan. La jefa de estrategas cambiarios, Meera Chandan, advierte que el euro podría quebrar 1,05 y dirigirse hacia la paridad. En el banco ven un doble riesgo. La presión de la imposición de tarifas por parte de EE.UU. pero también el sentimiento negativo hacia Europa.
Alemania apenas evitó una recesión y su gobierno acaba de colapsar, mientras que todavía hay incertidumbre política en Francia después de la elección improvisada de este año, resumen.
Los seguidores del análisis técnico están por estos días pegados a la pantalla. La divisa cotizaba 1,09 antes de la victoria de Trump. El viernes cerró a 1,054, con un ínfimo repunte de 0,17% desde los 1,053 del día anterior.
Precisamente, 1,05 es la línea trazada en la arena que no conviene cruzar. Son niveles que al quebrarse disparan más ventas y profundizan la caída hasta que la caída queda amortiguada por otra “resistencia”.
Pronostican que la tasa de interés volverá a quedar cerca de cero
Así como los especialistas en monedas están repensando sus pronósticos para no quedar off-side en el nuevo escenario, lo mismo ocurre con quienes siguen la política de tasas de los bancos centrales. Están, en verdad, estrechamente ligadas.
Y tan extremas como parecen unas proyecciones, resultan las otras. Porque muchos se preguntan hasta dónde tendrá que bajar ahora las tasas Christine Lagarde, la jefa del Banco Central Europeo (BCE).
El plan era llevarlas, por ponerlo en términos técnicos, a una zona de neutralidad, esto es, que no resulten ni un estímulo ni una restricción para la economía. Pero la narrativa cambió y hay que adaptarse.
paridad 4.png
El gráfico muestra la evolución de la tasa de referencia del Banco Central Europeo. La escalada agresiva del costo del dinero de este último tiempo para frenar la inflación y el tímido comienzo del relajamiento monetario. Ya hubo tres recortes de la tasa, que hoy se ubican en 3,25%. También puede observarse claramente los tiempos de dinero gratis o hiper-liquidez en que buscaba activarse la economía con estímulo monetario. ¿Todo vuelve?
La idea central es que la política de Trump frenará el crecimiento de la zona euro, obligando a relajar o flexibilizar mucho más de lo previsto la política monetaria. En una palabra, tasas mucho más bajas.
Y cuando decimos bajas, hablamos de volver a acercarnos a cero. Un viaje en el tiempo a la política de dinero gratis que el BCE comenzó a dejar atrás en 2022.
En el mercado, algunos razonan que si el BCE decide recortar la tasa por debajo del umbral del 2%, no quedaría claro por qué lo haría sólo marginalmente. Si la lleva a 1%, sería una escala, con altas probabilidades de volver a cero.
Esta semana el presidente del Bundesbank (banco central alemán), Joachim Nagel, alertó las tarifas que busca imponer EE.UU. amenazan con descarrilar la economía de Alemania. Esas fueron sus palabras.
También el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau, enfatizó que existía un creciente consenso en cuanto a que el mayor impacto se sentiría en la expansión económica.
Por ahora, Lagarde, que hizo punta en octubre con la baja de tasas después de un largo ciclo de endurecimiento monetario para combatir la inflación, se prepara para un nuevo recorte de 25 puntos básicos en diciembre, el cuarto este año.
En ABN Amro ahora estiman que la tasa de referencia -actualmente en 3,25%- bajará a 1% para principios de 2026. Antes, su previsión era de 1,5%. Deutsche también la rebajó y cree que el destino final será 1%.
Sus economistas explican que la lógica tiene que ver con las tarifas de Trump pero también con un sub-desempeño económico de la zona euro y la creciente amenaza de una inflación por debajo del target. Precios por debajo del 2%.
Paradójico, ¿no?