La Santa Sede dio a conocer las últimas resoluciones adoptadas por el excardenal Jorge Bergoglio respecto a su funeral luego de su muerte.
El Sumo pontífice renunció a la práctica de honores a aplicarse durante la celebración de su ceremonia funeraria.
El Vaticano confirmó el miércoles que el Papa Francisco renunció a la práctica de honores a aplicarse durante la celebración de su ceremonia funeraria.
Entre las pautas empleadas hace más de un 100 años por la Iglesia Católica, se destaca la modificación del material utilizado para la confección del ataúd, asi como también la exhibición y lugar final donde serán depositados sus restos.
"El Papa Francisco renunciará a una práctica centenaria en la que el difunto pontífice es enterrado en tres ataúdes entrelazados hechos de ciprés, plomo y roble. En cambio, se utilizará un único ataud de madera recubierto de zinc", informó la Santa Sede.
El excardenal Jorge Bergoglio cumplirá 88 años el próximo 17 de diciembre. A más de 10 años de su asunción como máxima autoridad eclesiastica del catolicismo, sufrió diversos problemas de salud ocasionales, aunque últimamente se mostró en buena forma. En la actualidad utiliza una silla de ruedas para desplazarse debido a dolores de rodilla y espalda.
El Papa Francisco ya había anticipado en 2023 su intención de simplificar los ritos funerarios elaborados por sus predecesores. Allí también anunció que sería el primero en ser enterrado fuera del Vaticano con un simple ataúd de madera recubierto de zinc.
Por ello, en lugar de continuar con la tradición de los otros 91 papas fallecidos en la Basílica de San Pedro, Bergoglio manifestó su voluntad de que sus restos descansen en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, dedicada a María, Madre de Dios.
Además, tampoco será exhibido en una plataforma elevada en la Basílica de San Pedro para los visitantes de Roma.
Tradicionalmente se utilizaban tres ataúdes para enterrar a los papas para crear un sello hermético alrededor del cuerpo del pontífice fallecido. También permiten que objetos como monedas o documentos emitidos por el Papa durante su reinado sean enterrados junto con el cuerpo, algo que dejará de aplicarse.