Una semana después de las catastróficas inundaciones causadas por la DANA en la Comunidad Valenciana, donde ya se contabilizan 217 víctimas mortales, los vecinos y voluntarios enfrentan una situación sanitaria alarmante mientras limpian las zonas afectadas.
La posible presencia de cadáveres sumergidos, el lodo, la falta de agua potable e insumos de limpieza, crean un foco infeccioso favorable para la proliferación de enfermedades, generando alarma entre las autoridades sanitarias y los expertos, que han emitido recomendaciones para prevenir infecciones.
Hepatitis y gastroenteritis en la zona del desastre
El agua estancada y residuos contaminados, un caldo de cultivo para la disentería, hepatitis A y la gastroenteritis, que pueden ocurrir tanto por ingerir agua contaminada con residuos y bacterias de aguas estancadas, como por el consumo de alimentos en mal estado son los riesgos más inmediatos para las personas en contacto con agua y lodo contaminados.
Mosquitos transmisores del dengue
Además, la acumulación de agua estancada favorece la proliferación de mosquitos, vectores de enfermedades como el dengue. Para prevenir estos brotes, se recomienda eliminar posibles criaderos de mosquitos y usar ropa que cubra brazos y piernas, junto con repelentes de insectos.
Roedores, leptospirosis y tétanos
Otro riesgo significativo en este contexto es la leptospirosis, una infección bacteriana que puede transmitirse por el contacto con aguas y suelos contaminados con orina de roedores. La enfermedad, común en zonas tropicales y subtropicales, puede variar en gravedad desde síntomas similares a los de la gripe hasta casos más graves como el síndrome de Weil, caracterizado por ictericia, hemorragia y problemas renales. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y, en casos severos, pueden derivar en complicaciones que requieran atención médica urgente.
Asimismo, el tétanos se ha convertido en una preocupación debido a los cortes y heridas que muchos residentes y voluntarios han sufrido durante las labores de limpieza. Las autoridades de la Comunidad Valenciana han llamado a la vacunación contra el tétanos para todos aquellos que pudieran haber sufrido heridas en contacto con el barro y los escombros. Los síntomas del tétanos, que incluyen espasmos musculares, fiebre y dificultad para tragar, pueden manifestarse entre 3 y 21 días después de la infección y requieren tratamiento inmediato.
Acumulación de basura
Los residuos representan otro peligro importante los expertos avisan que no es suficiente con alejarlos de las viviendas, por lo que se hace necesario habilitar rutas para trasladar estos residuos a kilómetros de distancia.
Mascarillas, guantes y botas
Para reducir el riesgo de infección, el Ministerio de Sanidad, en conjunto con autoridades locales, ha emitido una serie de recomendaciones de seguridad. Se aconseja a los voluntarios y vecinos el uso de mascarillas, guantes y botas, además de ropa que cubra por completo la piel. Estas medidas son esenciales para evitar el contacto directo con agua contaminada y protegerse de la inhalación de polvo o esporas, las cuales pueden agravar condiciones respiratorias como el asma y generar infecciones en personas con enfermedades previas.
Las autoridades han instado a grupos de riesgo, como personas con problemas respiratorios, inmunodepresión, embarazadas y niños, a evitar participar en tareas de limpieza para prevenir una exposición a agentes infecciosos y sustancias tóxicas. Además, el uso de mascarillas es fundamental para prevenir posibles infecciones, y el lavado de manos debe realizarse frecuentemente con agua y jabón, o gel hidroalcohólico si el agua potable no está disponible.
Los expertos han insistido en la importancia de mantener precauciones sanitarias constantes durante el proceso de limpieza. Ante cualquier herida o corte, es esencial limpiar y desinfectar la zona afectada lo antes posible para minimizar riesgos de infección.
Beber solo agua embotellada
La recomendación es clara: solo beber agua que se sepa que es potable. En el caso del agua del grifo, existe un riesgo de contaminación por lo que debe utilizarse exclusivamente agua embotellada, hervida o tratada y eliminar todo alimento que entre o pueda haber entrado en contacto con el agua contaminada por la inundación.