15 de octubre 2024 - 17:10hs

“We, Robot”. El nombre del mega-evento que eligió Elon Musk era digno de la locación, el estudio de Warner Bros. Discovery en el área de Los Ángeles. Y el diseño como siempre irreprochable: un sedán de líneas pulcras sin volante ni pedales, dos asientos y puertas que se abren hacia arriba como mariposas futuristas. Había llegado por fin el tan anticipado robotaxi, bautizado Cybercab. Y fue un fiasco.

Claro que no todos los empresarios, tres días después, se reivindican con un hito de ingeniería espacial y reciben a través de su compañía X una felicitación de la NASA por haberse acercado a su sueño de llegar a la Luna y eventualmente colonizar Marte. Pero a Musk lo persigue la controversia, incluso con la hazaña de su super-cohete Starship y su empresa SpaceX. California votó por no volver a permitir lanzamientos desde su base.

SpaceX no cotiza. Es una de las inversiones top de Musk, que se dice tiene alrededor del 40% de las acciones, mientras que el resto está en manos de grandes fondos y los propios empleados. En cambio, después de la presentación del Cybercab, las acciones de Tesla terminaron casi 9% abajo el viernes en Nueva York, borrando u$s 61.400 millones en valor de mercado de Tesla (u$s 217,80).

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Días después de la presentación fallida del robotaxi y del hito aeroespacial, otro escándalo: se filtró que la nueva versión del robot humanoide que presentó el empresario, Optimus, en principio producto del desarrollo de la inteligencia artificial, estaba asistido y operado remotamente por humanos.

El robot que juega a "piedra papel o tijera"

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Varios de los asistentes al evento comentaron que el robot se robó toda la atención. Es que era la primera vez que la máquina blanca y negra interactuaba con los invitados en vez de hacer demostraciones con los empleados como con prototipos anteriores.

Según cuentan quienes estuvieron presenten en la redes, el robot servía bebidas a los invitados, los saludaba chocando las manos y hasta jugaba al tradicional "piedra papel o tijera".

Musk lo vendió así: "Puede ser un maestro, cuidar a sus chicos, pasear a su perro, cortarle el pasto, hacerle las compras, ser su amigo. Cualquier cosa que se le ocurra, lo hace".

Como suele ocurrir con Musk, los tiempos de producción y lanzamiento son sumamente inciertos y el discurso se vuelve vago en ese punto. Aún así, los inversores vienen siguiendo de cerca los avances y la evolución de las capacidades del robot.

La filtración de que el robot no era completamente autónomo, sino que recibía asistencia remota de empleados, pone seriamente en duda el nivel de desarrollo en que se encuentra la compañía, más allá de la sensación de estafa que invadió a mucho de los que en su momento se sintieron maravillados.

Muchos recuerdan que un prototipo debió ser retirado del escenario durante una presentación en 2022. Musk ha venido subiendo posts de sus últimos versiones en las que se puede ver a Optimus bailando, por ejemplo.

Quizás algo tenga que ver el hecho de que no estaba previsto en realidad que Optimus fuera parte del evento en el que el Cybercab debía ser el foco de atención.

Musk pidió unas tres semanas antes que se lo incluyera, le comentó a Bloomberg una persona involucrada en la preparación del lanzamiento. El aviso a última hora no dio tiempo suficiente para que el software estuviera a punto e hizo necesaria la operación remota, reconoció.

Tesla había trepado 70% en anticipación del robotaxi

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Los papeles habían arrancado el año con un desplome de más de 40% por la debilidad de las ventas pero desde mediados de abril hubo un rebote fenomenal.

Tesla se disparó casi 70% empujado en gran medida por la anticipación del largamente esperado robotaxi y las posibilidades de una conducción autónoma más afinada y revolucionaria.

La acción terminó, después de esa curva tumultuosa, no tan lejos de donde había empezado (u$s 248,4), aunque con un descenso del 12%. El lunes, de todos modos, ya recuperaban algo de terreno después de la frustración inicial.

Los que usufructuaron la decepción que envolvió a la revelación del Cybercab fueron Uber y Lyft, la competencia directa que siguió nerviosa el debut, ganó en cada caso 11%.

Los inversores sintieron que el CEO de Tesla no estaba en condiciones de dar suficientes definiciones y que una vez más era incapaz de cumplir con los tiempos que prometía.

En 2019, Musk había asegurado que para el año siguiente habría más de 1 millón de robotaxi circulando. En la presentación, reconoció que el Cybercab “probablemente” comenzaría a producirse este año.

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De hecho, el propio evento se demoró varios meses ante el pedido de Musk de realizar cambios en el prototipo. El jefe de Tesla tiene toda una “reputación” en ese sentido. No es la primera vez que los tiempos se salen de control.

Musk al menos calculó que el Cybercab podría costar menos de u$s 30.000 y realizó otra presentación. Una variante del robotaxi, la Robovan, que puede transportar hasta 20 personas. Mientras Tesla arriesgó una estimación sobre el Cybercab, ni se mencionó cuándo la Robovan podría entrar en producción.

Tesla tiene mucho en juego. En lo que hace al manejo autónomo de vehículos, está por detrás de la competencia. Así que tiene mucho que demostrar.

Actualmente posee en el mercado un software con varias funcionalidades de asistencia al conductor y que se comercializa como Full Self-Driving or FSD. Sin embargo, más allá del nombre, requiere supervisión constante.

Musk va camino a su primer año de ventas en rojo

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Por otro lado, Musk también escatimó información sobre los modelos más accesibles que estaría por lanzar, cuando el mercado descontaba que compartiría más datos sobre lo que prometió durante la primera mitad del año.

Tesla necesita entregar una cantidad récord de autos y camionetas en los próximos meses para evitar la primera caída anual de ventas en su historia.

Aunque viene de reportar su primer incremento trimestral este año, decepcionó a los inversores que esperaban un mayor impacto de los subsidios chinos a los autos eléctricos (Tesla produce en China).

En los primeros nueve meses, las entregas caen 2% todavía. Los próximos resultados se esperan el 23 de octubre.

Nadie sabe bien si estaba hablando de China, pero Donald Trump disparó en uno de sus eventos políticos, si es que a alguien le gustaban los autos que se manejan solos.

“Vamos a evitar que los vehículos autónomos operen en las autopistas americanas, acuérdense de esto”, dijo Trump.

En julio, Musk dio su apoyo a Trump como candidato a la presidencia y viene donando millones para apoyar su candidatura.

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