Contexto
¿Cómo se distribuyen las deportaciones entre los países de la UE?
En el cuarto trimestre de 2024, los países miembros de la UE emitieron cerca de 125.000 órdenes de expulsión. Francia lideró esta lista con 31.880 órdenes, seguida de España con 18.645 y Alemania con 15.135. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de órdenes, las deportaciones efectivas fueron mucho menores. Alemania fue el país que llevó a cabo más deportaciones, con 6.170 migrantes retornados, seguida de Francia (3.705 deportaciones) y Suecia (2.600 deportaciones).
¿Qué nacionalidades fueron las más afectadas por las órdenes de expulsión?
Los migrantes provenientes de Argelia fueron los más afectados, con 11.362 órdenes de expulsión emitidas. Les siguen los migrantes de Siria y Marruecos, con 8.674 y 8.561 órdenes de expulsión, respectivamente. Por otro lado, los migrantes deportados fueron mayormente de Georgia (3.351), Turquía (2.492) y Albania (1.982).
¿Qué impacto ha tenido este aumento en las deportaciones?
Este aumento del 24,3% refleja una política de expulsiones más activa, aunque sigue siendo una pequeña fracción de las órdenes emitidas. La cifra de deportaciones ejecutadas subió a 28.630, lo que representa un aumento respecto al mismo periodo del año anterior. Esta cifra sigue siendo baja en comparación con el total de órdenes de expulsión, lo que plantea preguntas sobre la eficacia de las políticas de retorno de migrantes irregulares.
¿Cómo ha reaccionado la sociedad a este aumento de deportaciones?
El aumento en las deportaciones puede tener un impacto significativo en la percepción pública sobre la gestión migratoria en Europa. En algunos países, especialmente aquellos con mayor número de migrantes irregulares, las deportaciones pueden ser vistas como una medida necesaria para controlar la migración, mientras que en otros pueden generar críticas sobre el trato hacia los migrantes y la efectividad de estas políticas.
Cómo sigue
Las cifras de deportaciones reflejan un incremento en la presión por parte de la Unión Europea para gestionar la migración irregular. Este aumento podría llevar a una intensificación de las políticas de control fronterizo y a la aplicación de medidas más estrictas en el futuro, especialmente en países como Francia, España y Alemania, donde las órdenes de expulsión y las deportaciones son más frecuentes.
FUENTE: El Observador - Europa Press