El Presidente fue abordado por jóvenes esquiadores que lo insultaron cuando se disponía a bajar la montaña en una pista de Cerler, en la región Aragón. Fue el segundo episodio que enfrento Sánchez en estos días.
Un grupo de jóvenes esquiadores insultó a Pedro Sánchez cuando el presidente de España salía a la montaña durante sus vacaciones en la estación de esquí de Cerler, en los Pirineos de la región de Aragón.
"Chorizo". "Tira, Pedro, hijo de puta, que tendrías que estar preso, cabrón", lo increparon los esquiadores, mientras el resto de la gente cercana se mantenía en silencio y el Presidente y sus acompañantes prefirieron ignorar la situación.
"Que te vote Txapote" (el reclamo que se popularizó en la campaña presidencial de 2023) y "No te pillarán en la puerta del hotel, maricón", fueron las frases siguientes que no fueron respondidas ni por Pedro Sánchez ni por ningún de sus acompañantes.
Pedro Sánchez y Begoña Gómez tomaron distancia de la investigación a Begoña Gómez y al caso Koldo y emprendieron unas vacaciones en las pistas de Cerler, en los Pirineos aragoneses, el lugar al que el Presidente asistía cuando era estudiante secundario durante la semana de la nieve.
La pareja presidencial ha viajado de manera privada a la provincia de Huesca, y se refugiaron en el exclusivo Hotel Casa Cornel situado en el casco antiguo de Cerler, junto a la estación de esquí y con vista al valle de Benasque, en el extremo oriental del Pirineo Aragonés.
El Hotel Casa Cornel, construido sobre una antigua casa señorial vinculada a la familia Cornel, se ubica en un enclave que combina historia y exclusividad. A esto se suma otro detalle que no ha pasado desapercibido: en el centro de la localidad de Benasque se encuentra la tienda de material de montaña Barrabés, propiedad del empresario Barrabés, quien ha sido mencionado en casos relacionados con Begoña Gómez, la esposa del presidente. Este vínculo ha alimentado aún más la narrativa de favoritismo y desconexión que rodea a la figura de Sánchez.
El malestar hacia el presidente ya se había hecho evidente durante su visita a Benasque, cuando un grupo de vecinos lo abucheó con gritos de “¡Fuera, fuera!” a la salida de la tienda Barrabés.
Este episodio no solo refleja el descontento de una parte de la ciudadanía con su gestión, sino también una percepción de distanciamiento entre Sánchez y los problemas reales de los españoles.
Los insultos de los esquiadores en la montaña reforzaron ese escenario complicado para el presidente de España, pese a los buenos resultados de la economía española.