A ocho días de la tragedia provocada por la DANA, los rescatistas muestras su pesimismo y creen que muchos de los cuerpos de los desaparecidos, pueden estar en el mar, por lo que se dificultan las tareas de búsqueda.
UN BUQUE BUSCA IMÁGENES DEL FONDO MARINO
Con la misma teoría, se acaba de incorporar a las tareas el buque de investigación oceanográfica Ramón Margalef.
El buque oceanográfico cuenta con un “ecosonda” que permite obtener imágenes detalladas del fondo marino y un robot submarino con brazos articulados y cámaras de alta resolución que pueden contribuir a tareas de búsqueda y rescate en alta mar.
DOCE BUZOS TÁCTICOS
Doce buzos del de la Guardia Civil, en turnos ininterrumpidos durante las últimas 72 horas, rastrean las desembocaduras de ríos y barrancos desbordados, además de la zona de l’Albufera. El gel hidroalcohólico se hace indispensable para cada inmersión, debido a la alta presencia de bacterias en estas aguas, buscan sin descanso a las decenas de desaparecido desde Utiel hasta el Saler y entre el Túria y el Xúquer.
RASTREOS CON DRONES
Apoyados por drones del servicio aéreo, que con cámaras infrarrojas intentan detectar posibles cuerpos mediante variaciones en las densidades, los buzos revisan cada rincón de los cañares que rodean el lago. La atención se centra especialmente en los dos kilómetros que separan el Tancat de la Pipa, desembocadura del barranco del Poyo, de la Gola de Pujol, la mayor de las cuatro presas que regulan el flujo entre el agua salada del mar y la dulce de la laguna, ahora teñida de marrón por el lodo arrastrado por la riada.
LA PRIORIDAD DE LOS BUZOS: "ENCONTRARLOS A TODOS"
Los buzos recorren cada centímetro, utilizando picas y bastones para pinchar los cañares en busca de algún cuerpo haya quedado atrapado en ellos. "Nuestra prioridad es encontrar a los desaparecidos, a todos", enfatiza el capitán del GEAS, Sergio Hernández, al mando de este complejo operativo. Sin embargo, hasta el momento, no se ha hallado ningún cadáver en l’Albufera.
ARRASTRADOS HACIA EL MAR
Las autoridades y equipos de rescate sospechan que la corriente de la riada arrastró a muchos de los desaparecidos hacia el mar. El escenario que rodea el barranco y la pista de Silla, con campos sembrados de coches volcados y dañados en posiciones casi imposibles, refuerza esta hipótesis. Incluso se han encontrado vehículos dentro de los arrozales, a casi un kilómetro de la carretera.
Dado que ni los equipos terrestres ni los drones han detectado cuerpos flotando en la amplia extensión de l’Albufera esto se respalda con varios hallazgos recientes: solo cuatro días después del desastre, aparecieron tres cadáveres en diferentes playas, uno en Pinedo, otro en el Saler y un tercero en Mareny Blau, en Sueca. Los dos primeros habrían llegado al mar a través de las desembocaduras del Túria y la Gola de Pujol, respectivamente. El miércoles después del desastre, las compuertas de las golas fueron abiertas para aliviar la crecida en l’Albufera, lo que provocó una fuerte corriente que arrastró escombros y objetos al mar. La arena de la costa, desde Pinedo hasta casi Cullera, quedó cubierta de restos de cañas, muebles, juguetes, ropa y un sinfín de objetos personales.
TRÁFICO MARÍTIMO RESTRINGIDO
Ante la posibilidad de que los desaparecidos se encuentren en aguas marinas, se ha restringido el tráfico marítimo mientras el buque del CSIC especializado en exploración de fondos marinos, que pronto llegará a València para brindar apoyo técnico en esta búsqueda exhaustiva.
FUENTE: CON INFORMACION DE AGENCIAS