Los eurodiputados de Vox, Jorge Buxadé y Hermann Tertsch, protagonizaron este jueves un episodio de tensión en el Parlamento Europeo al intentar boicotear la intervención del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en un foro sobre Igualdad.
Durante el debate sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres y su potenciación en el mundo digital, parte de la delegación de Vox, liderada por Tertsch y Buxadé, interrumpió el evento para acusar al exmandatario de ser cómplice del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
El enfrentamiento comenzó cuando Tertsch, de manera aislada, lanzó gritos contra Zapatero, tildándolo de ser "la mano derecha de Maduro".
Este acto provocó la intervención de la seguridad privada del expresidente y de varios agentes de seguridad de la Eurocámara, quienes alejaron al eurodiputado de Vox de la sala donde se celebraba el debate, en una zona pública de la institución.
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Más tarde, Buxadé volvió a entrar en escena con carteles que denunciaban la prohibición de entrada al Parlamento Europeo de la opositora venezolana María Corina Machado, ganadora del Premio Sájarov, al mismo tiempo que acusaban a Zapatero de ser un asesor de Maduro.
Este gesto desató un enfrentamiento directo con la seguridad, que bloqueó los intentos de los eurodiputados de mostrar los carteles en las cámaras que grababan el evento.
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Eurodiputados socialistas frenan el "escrache"
Ante el revuelo generado por los parlamentarios de Vox, varios eurodiputados y asesores del grupo socialista acudieron rápidamente al lugar para evitar lo que consideraban un "escrache" por parte de Vox.
La diputada socialista Laura Ballarín se enfrentó a los manifestantes, denunciando los insultos y pidiendo respeto por la sede de la soberanía europea.
"No se puede insultar de esta manera", exclamó, mientras trataba de frenar las grabaciones de los manifestantes.
El momento culminante de la jornada se produjo cuando Zapatero abandonó el foro al finalizar su intervención. A su salida, varios asesores parlamentarios de Vox lo increparon al grito de "asesino" y "cómplice", vinculando al expresidente con los atentados yihadistas del 11-M y acusándolo de tener "200 muertos para llegar al poder".
El incidente causó una fuerte reacción en el seno del Parlamento Europeo. La delegación del PSOE pidió medidas sancionadoras contra los responsables de los altercados, incluido Buxadé, Tertsch y los asesores parlamentarios de Vox que participaron en el acoso.
En una carta dirigida a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, el presidente de la delegación socialista, Javier Moreno, calificó los hechos de "absolutamente intolerables" y pidió que se abra una investigación para adoptar medidas correctivas.
Moreno señaló que las acciones de los eurodiputados de Vox contravienen los códigos de conducta establecidos en la institución y reclamó la adopción de sanciones para evitar que incidentes de este tipo se repitan en el futuro.
