A sólo dos meses de cumplirse el 18° aniversario de la desaparición de Madeleine McCann en Portugal y tras el último episodio protagonizado por Julia Wandelt, la joven polaca de 23 años arrestada en el aeropuerto de Bristol días atrás acusada de hostigar a la familia británica, una nueva pista se abre camino en la investigación.
Oriunda de Arkansas, Estados Unidos, e impulsora de una campaña en redes sociales para respaldar su hipótesis, Eugenea Collins, de 22 años, afirma también ser la niña británica extraviada el 3 de mayo de 2007.
En diálogo con el períodico inglés Daily Mail, Collins indicó que comenzó a cuestionar su identidad tras conocer la historia de Wandelt e incluso se sometió a un análisis de ADN cuyos resultados arrojaron un 68% de ascendencia inglesa y del noroeste de Europa. Sin embargo, las pruebas no dieron correlación alguna con la familia McCann.
"Si no la hubiera visto en el programa del Dr. Phil, nunca me habría enterado. De alguna manera, su estupidez me ayudó a encontrar a mi familia", afirmó la joven estadounidense al rememorar la entrevista que brindó la polaca, hoy de 23 años, donde además, permitió, según sumó, hallar similitudes entre ella y las fotos de la niña desaparecida.
"Vi cómo iba envejeciendo y fue como si me estuviera mirando en un espejo. Solo sé que vi fotos mías en Internet y que me falta algo", agregó.
El cumpleaños de Collins reviste el día 23 de octubre de 2002, lo que la coloca aproximadamente con la misma edad que Madeleine, quien nació el 12 de mayo de 2003. A pesar de tener indicios muy limitados, la estadounidense confesó estar molesta con la policía de Arkansas porque no había tomado su hipótesis en serio. También afirmó que había intentado ponerse en contacto con Operation Grange, la investigación del caso que lleva a cabo el Departamento de Policía Metropolitana, sin exito alguno.
"No puedo conseguir ningún tipo de identificación", dijo Collins, al mencionar que comenzó a sospechar de su familia cuando intentó obtener una nueva identificación y no pudo conseguir una copia de su certificado de nacimiento. "Ni siquiera pude conseguir ayuda de la gente de la Cruz Roja cuando se quemó mi casa porque no tengo identificación".
A pesar de estar empeñada en afirmar que ella es la niña británica, la joven no compartió el nombre de su madre, aunque sí señaló que el hombre que ella creía ser su padre biológico, Eugene Collins, es en realidad uno de los principales sospechosos del caso: el pedófilo convicto y nativo alemán Christian Brueckner.
"Vi fotografías del sospechoso y se parece a mi padre biológico o a quien me han dicho que es mi padre biológico toda mi vida", sentenció.