Italia habilitará desde enero 2025 la tramitación de la ciudadanía para aquellos aspirantes que logren demostrar el piso mínimo de residencia establecido en la regla general, según la categoría.
Al igual que España, la nación peninsular posee un salvoconducto que logra saltar el canal por descendencia, también conocido como el principio de "Ius Sanguinis".
¿Cómo aplicar a la ciudadanía italiana sin tener descendencia?
La legislación italiana posibilita la obtención de la ciudadanía por medio de tres vías:
Esta última, también conocida como "naturalización", logra adquirse con sólo el cumplimiento de un plazo mínimo de residencia en el país de 10 años, aunque también puede ser menor, según el tipo de relación que se mantiene con el Estado:
- 3 años para quienes nacieron en Italia o tienen padres o abuelos que fueron ciudadanos italianos.
- 4 años para ciudadanos de la Unión Europea (UE).
- 5 años para los apátridas o refugiados, así como para los extranjeros mayores de edad adoptados por ciudadanos italianos.
- Sin período de residencia: para extranjeros que hayan trabajado para el Estado italiano durante un período mínimo de 5 años, incluso en el extranjero.
¿Qué significa cumplir con el requisito de residencia para obtener la ciudadanía italiana?
La residencia es el registro formal ante la Oficina del Registro Civil (llamado Anagrafe) de la ciudad donde el aspirante tiene su domicilio. Debe ser ininterrumpida, por lo tanto, si la persona sale de Italia y se cancela su estadio, los años anteriores no contarán.
¿Cómo demostrar la residencia en Italia para tramitar la ciudadanía?
Para solicitar la ciudadanía italiana por residencia, el solicitante deberá acreditar:
- Ausencia de antecedentes penales en Italia y en los países donde ha vivido.
- Prueba de haber producido ingresos en Italia y pagado impuestos durante al menos los últimos 3 años antes de presentar la solicitud.
- Prueba del exámen del idioma y cultura italiana.