Entendida como un procedimiento legal para obtener el reconocimiento cuando existen obstáculos administrativos que impiden hacerlo a través de la vía consular o municipal, se emplea principalmente en dos escenarios.
Las alternativas para tramitar la ciudadanía italiana en 2025 son múltiples, sin embargo existe una cuyos resultados se obtienen a los 6 meses.
Se trata de la vía judicial. Entendida como un procedimiento legal para obtener el reconocimiento cuando existen obstáculos administrativos que impiden hacerlo a través de la vía consular o municipal, se emplea principalmente en dos escenarios:
Si una persona ha presentado la solicitud de reconocimiento de ciudadanía italiana por descendencia (iure sanguinis) en un consulado italiano y el trámite no avanza en un plazo razonable (normalmente después de 2 a 4 años de espera), puede iniciar una demanda en un Tribunal Civil en Italia para acelerar el proceso.
Si la ascendencia italiana proviene de una mujer que tuvo hijos antes de 1948, el consulado rechazará la solicitud, pero el interesado puede iniciar una acción judicial en Italia para que se le reconozca el beneficio.
El proceso de obtención de la ciudadanía italiana por vía judicial implicará el cumplimiento de cinco requisitos fundamentales:
Solo obtienen la ciudadanía italiana vía judicial quienes estén interesados (o sea, quienes se involucren en el proceso) abarcando toda la línea de descendencia. En este caso, se permitirán “saltos generacionales”.
La obtención de la ciudadanía italiana por vía judicial permite 3 pautas generales:
1) Ciudadanía para toda la familia: podés sumar y compartir costos con todos los descendientes del italiano (hermanos, tíos, primos y demás). Y todos obtienen la ciudadanía al mismo tiempo.
2) Sin viajar a Italia: ahorrá los gastos de alquiler y pasajes de avión.
3) Más rápido y menos costoso: se presenta un solo expediente para reducir costos y tiempos.
De 6 a 12 meses, aunque cada caso es único e irrepetible. Todo depende de las decisiones que tome el juez.
