El pueblo alemán de Wiesenburg/Mark perteneciente al estado federado Brandeburgo mantiene la búsqueda de nuevos residentes para "no morir".
De menos de 500 habitantes y hacedor de uno de los escenarios de "explosión de colores" de mayo con el inicio de la primavera, atraviesa una fuerte crisis de abandono poblacional.
"El alcalde Marco Beckendorf lucha contra el deterioro del pueblo y espera que se realicen inversiones para revitalizar la comunidad", señala el apartado descriptivo del documental presentado en agosto por la cadena alemana Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF) que graficó la odisea por revitalizar la localidad.
Según enfatizó el jefe comunal en una de las entrevista concedidas, los desembolsos de carácter urgente deberían hacer que el sitio "vuelva a ser atractivo". Sin embargo, subrayó que "la burocracia" y la actual crisis económica gopean sus planes.
Es que la falta de habitantes en Wiesenburg/Mark se traduce no sólo en un paisaje de soledad, sino que además deja consigo una caída de los ingresos fiscales asignados por el tesoro estaral.
"Algunos de los mayores empresarios de Wiesenburg y sus alrededores ya han tirado la toalla: una cervecería, una serrería y, más recientemente, una tienda de trefilado han cerrado sus puertas. Pero con cada fracaso se pierde la identidad y el antiguo orgullo de una región", sumó ZDF.
En lo que parecía ser una suerte de camino sin retorno para la localidad, vio en 2020 una suerte de "oportunidad" traccionada por la crisis de la pandemia de COVID 19: el retorno de jóvenes a sitios rurales gracias al teletrabajo.
"Las comunidades que sufren envejecimiento y debilidad estructural como resultado de la partida de muchos jóvenes y familias en el siglo XX pueden beneficiarse de la tendencia hacia el éxodo urbano", enfatizó Beckendorf.
De acuerdo a las estimaciones brindadas por el alcalde de Wiesenburg/Mark, el rincón alemán perdió el 30 por ciento de la población. "Lo que necesitamos son nuevos ciudadanos que llenen de vida esos lugares", insistió.
Para ello, se lleva adelante un programa estatal de impulso local destinado a recuperar los antiguos terrenos baldíos industriales de la RDA. Uno de ellos es el emplazamiento del antiguo aserradero, donde se construirá el concepto residencial "KoDorf", compuesto de más casas pequeñas y edificios más grandes. Especialmente, estos últimos servirán como espacios para habitaciones compartidas, como áreas de coworking.