Si bien la condición del Sumo Pontífice no revierte mayores complicaciones, los nombres de quiénes podrían signar su reemplazo empiezan a cobrar protagonismo
El Papa Francisco, de 88 años, continúa este martes internado en el hospital Gemelli de Roma debido a una infección respiratoria compleja, según informó el Vaticano.
"El Santo Padre sigue sin fiebre y continúa con la terapia prescrita. Su estado clínico es estable", indicó la Santa Sede a través de un comunicado. Recibió la Eucaristía y leyó diferentes textos, de acuerdo con los detalles brindados más tarde en el sitio Vatican News.
Si bien la condición del Sumo Pontífice no revierte, por el momento, mayores complicaciones, los nombres de quienes podrían signar su reemplazo empiezan a cobrar protagonismo ante una eventual cónclave a efectuarse en la Capilla Sixtina.
El diario Semana de Colombia publicó la lista de posibles sucesores del Papa Francisco, luego de establecer una distinción acorde al lado progresista de la Iglesia Católica o más conservadora.
Tagle se posiciona como una de las personalidades más relevantes del sector progresista de la Iglesia y fue visto como un posible candidato a Papa desde el cónclave de 2013. Fue arzobispo de Manila y en 2019, nombrado prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos por el Papa Francisco. Su enfoque pastoral es muy próximo a la comunidad y su mensaje se enfoca en la misericordia, la inclusión y la justicia social.
Es el arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Se le considera un cardenal progresista con gran sensibilidad social, vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, conocida por su labor en la mediación de conflictos y su compromiso con los más pobres. Fomentó una Iglesia que sea abierta y dialogante, lo cual lo alinea con Francisco.
Ocupa el cargo de secretario de Estado del Vaticano, lo cual le confiere ser una de las personalidades más influyentes en la Curia. Es un diplomático de carrera y estuvo involucrado en negociaciones clave, como el acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos. A pesar de su carácter moderado y pragmático, su proximidad al poder Vaticano y su función en la diplomacia lo posicionan más en la línea de la tradición institucionalista, que combina elementos de Francisco y Benedicto XVI.
Es el arzobispo de Utrecht y se le considera un teólogo tradicionalista. Se mostró rotundamente en contra de las modificaciones en la doctrina referente a la moral sexual y a la comunión de aquellos divorciados que volvieron a casarse. Cuestionó ciertas aperturas del Papa Francisco y se alinó más con la postura de Benedicto XVI.
En 2013 fue visto como un posible candidato a Papa, cuando se eligió a Francisco. Ejerce como arzobispo de Esztergom-Budapest y es el primado de Hungría. Es un canonista con una visión teológica conservadora. Participó en los sínodos sobre la familia y defendió posturas tradicionales en asuntos como el matrimonio y la bioética.
Es uno de los cardenales más críticos del Papa. Francisco lo relegó debido a que siendo ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica se opuso a reformas como la de permitir la comunión a los divorciados vueltos a casar. Representa al sector ultraconservador de la Iglesia y se alinea claramente con Benedicto XVI.
Fue visto como posible candidato a Papa en 2013, cuando se eligió a Francisco. Ocupó el cargo de presidente del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral hasta 2021. Se le considera un candidato moderado, con enfoque social y disposición para abordar temas como la justicia económica y el medioambiente.
Ocupó el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aunque Francisco decidió no ampliar su mandato en 2017. Pese a que al principio daba la impresión de ser un moderado, con el tiempo pasó a ser un crítico del Papa, sobre todo en asuntos doctrinales.
El arzobispo de Colombo ocupó el cargo de secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Se le considera conservador, con énfasis en la liturgia tradicional y la doctrina moral. Criticó algunas reformas de Francisco y es más afín a la línea de Benedicto XVI.